Pedro, “Corazón de León’’, como le llamaba el desaparecido cronista deportivo don Armando Navarro Gascón por su
entrega en la cancha, fue todo un
símbolo del equipo Laguna en el
ascenso a Primera División en
1968 y en las primeras temporadas de la Ola Verde en el máximo circuito del futbol mexicano.
Surgió de las Reservas del desaparecido Club Oro de Guadalajara, en el que disputaba la titularidad con el mundialista mexicano Gustavo “El Halcón’’ Peña.
Fue don Ricardo Plata Martínez, integrante de la directiva del
Club Laguna, quien lo contrató
por recomendación del técnico
húngaro Arpad Fékete en 1966
para reforzar a la desaparecida
Ola Verde en la lucha que sostenía por ascender a Primera División. Desde su llegada se caracterizó por defender los colores verde y blanco en una época en que
los jugadores no ganaban los sueldos de hoy en día, sin embargo,
salían a “morirse en la cancha’’.
En febrero de 2008 comentó que “obtener un ascenso a
Primera División es una cosa importante, no es el mismo mérito
que comprar una franquicia para que un equipo pueda jugar en
el máximo circuito del futbol
mexicano’’.
Originario de Estipac, Jalisco, en donde nació el dos de julio de 1942, siendo el cuarto de
los cinco hijos que procreó el
matrimonio formado por don
Pedro Salinas López y Luisa
Montelongo Guardado: Aurelio,
Lino, Carmen, Pedro y María Salinas Montelongo.
A la edad de diez años empezó a jugar futbol en la Escuela Primaria de
su pueblo, a
los 14 años
militaba en la
categoría Libre y a los 20 años
en la Liga Especial en la que participaban las Reservas de los
equipos de Primera División
Atlas, Chivas, Nacional y el Oro
de Guadalajara, desaparecidos
los dos últimos.
En 1964 se integró al equipo Oro que se había coronado
Campeón de Liga y Campeón de
Campeones en la temporada
1962 - 1963. Lo recibió el técnico Arpad Fékete y sus compañeros de equipo fueron Antonio
“El Piolín’’ Mota, Jesús Mendoza, Rubén Vázquez, Víctor Chavira, “El Tamal’’ Asensio, Gustavo “El Halcón’’ Peña, Rogelio
González Navarro, “El Tepo’’ Rodríguez, Álvaro Pérez; los brasileños Adhemar Barcelo, Amaury
Epaminondas, Nicola Gravina y
Olinto Rubini.
Su debut en Primera División
con el equipo Oro fue en la temporada 1964 - 1965 supliendo a
Gustavo “El Halcón’’ Peña en un
partido contra Pumas en el Estadio de Ciudad Universitaria que
terminó empatado a un gol. Jugó varios encuentros en el once
titular y participó en una gira que
realizaron por Guatemala.
Fue el propio técnico Arpad
Fékete quien le sugirió que aceptara la propuesta del equipo Laguna para integrarse a este
plantel. Recuerda que llegó a Torreón en abril de 1966 para debutar con la Ola Verde en la temporada 1966 - 1967, en la que
también pelearon el ascenso
hasta la penúltima jornada en la
cual Pachuca los derrotó en el
desaparecido Estadio de San Isidro y los Tuzos ascendieron.
“Nos quedó clavada una “espinita’’, por ello a la temporada siguiente, 67 - 68, redoblamos esfuerzos y en la antepenúltima jornada derrotamos al Zacatepec
por un tanto a cero con gol de
Gerardo Lupercio y aseguramos
el anhelado ascenso a Primera División de manera matemática el
domingo 12 de febrero de 1968
en el Estadio Agustín “Coruco’’ Díaz’’, recordó emocionado.
Ocho días después, el domingo 19 de febrero de 1968 la Ola
Verde recibió la visita del equipo Zamora en el desaparecido
Estadio de San Isidro y ganó por
cinco goles a uno para conquistar el ascenso de manera oficial.
El partido en mención fue el penúltimo de la temporada 1967-
1968 y se celebró con un gran
lleno, posterior al encuentro hubo una gran fiesta.
Reconoce que don Arpad
Fékete le enseñó a defender, a
ubicarse en la cancha y a enfrentar el mano a mano. A veces jugaba de líbero y en otras ocasiones en la marca personal. En el
mano a mano recuerda los duelos que sostuvo con Vicente Pereda del Toluca, Ernesto Cisneros del Atlante, Alfredo Jiménez
del Monterrey, José Alves dos
Santos “Zague’’ y Enrique Borja
del América, Horacio López Salgado del Cruz Azul, “La Chuleta’’
Aguilar del Torreón y “El Chino’’
Estrada del León, entre otros.
Una de las grandes jugadas
que practicaba con precisión
Pedro Salinas fue la “barrida
de navaja’’, la cual aprendió de
Gustavo “El Halcón’’ Peña durante su estancia en el Oro de
Guadalajara. “Gustavo me recomendaba que cuando me barriera llevara la pierna izquierda encogida, pues si lo hacía
con ambas piernas podría lesionarme’’,
apuntó.
Pedro,
“Corazón de
León’’, se caracterizaba por su
fuerza, excelente colocación y
anticipación. Era un líder en la
defensa. Tenía un buen resorte
para imponerse en el juego aéreo, remataba muy bien de cabeza en el cobro del tiro de esquina. Anotó un buen número de
goles en esta jugada de balón
parado, entre los que se recuerda aquel remate de cabeza en la
portería Sur del desaparecido
Estadio de San Isidro para vencer el lance del guardameta del
Atlético Español.
Durante su estancia en el desaparecido equipo Laguna tuvo
de compañeros en la defensa central a “Mon’’ Romero, Pascual Coronel, Guillermo Castillo, Rodolfo Jáuregui, Valdemar García,
Jorge “El Güero’’ Lasso, Jorge “El
Burro’’ Arévalo, Antonio “El Vaquero’’ Navarro, los laguneros
Carlos “La Banana’’ Ortiz, Víctor
Elizalde y José Valerio Franco.
En su vida personal contrajo
matrimonio el nueve de noviembre de 1960 con Rita Rodríguez
Barajas, están próximos a cumplir su 60 Aniversario de casados,
habiendo procreado cinco hijos:
Raúl, María Luisa, Pedro, Hilda y
Martha Salinas Rodríguez.
Se retiró en 1975, inicialmente laboró en una empresa
vinícola, en seguida fue entrenador de futbol en la Unidad
Chapingo de Bermejillo, Durango, y desde hace 28 años es Coordinador Deportivo de la Facultad de Medicina de Gómez
Palacio, en donde una cancha
de Futbol Rápido lleva su nombre a partir del 2018 como un
justo reconocimiento a su brillante trayectoria deportiva.
¡Hasta el próximo miércoles!
*Sergio Luis Rosas