El árbitro Peter Bankes observa en un monitor una mano de Eric Dier, quien estaba de espaldas, y luego marcó penal, debido a la nueva regla en Europa en la que cualquier mano dentro del área es penal. (AP)
José Mourinho no pudo tolerarlo. Aún no se había dado el silbatazo final, pero el técnico de Tottenham se encaminó furioso hacia el túnel, cabizbajo y con las manos en los bolsillos. Su equipo acaba de ser víctima más reciente del cambio de interpretación de la mano en el área por una acción defensiva. El tema ha sido el foco de la polémica en el inicio de la temporada de la Liga Premier.
Se jugaba el quinto minuto de los descuentos y Tottenham se aferraba a la ventaja 1-0 ante Newcastle cuando se colgó un balón dentro del área de los Spurs tras un tiro de esquina. El cabezazo de Andy Carroll tocó el brazo estirado de Eric Dier (quien estaba mirando en otra dirección) y el árbitro pitó penal tras revisar la jugada en el monitor al costado de la cancha.
Callum Wilson transformó la pena máxima en el séptimo minuto de la prolongación, poniendo el 1-1 definitivo. Mourinho no quiso ver más y se fue.
También fue un día aciago para Pep Guardiola, el gran técnico rival de Mourinho. Su Manchester City concedió tres penales y perdió 5-2 de local ante Leicester.
Jamie Vardy firmó una tripleta, dos desde el manchón de penal.
Se han señalado 20 penales en apenas 25 juegos de la temporada este curso y se esperan mucho más con los defensores tratando de adaptarse al cambio de interpretación de la mano.
La Premier se puso a tono con el resto de Europa al aplicar que toda mano en el área es penal, sin importar la intención.
