Qué fácil resulta engancharse en palabras necias. En la actualidad, “la nueva normalidad”, el ocio y el sinquehacer.
En el mundo del deporte, existen ya dos campos: la cancha y las redes, las “benditas” redes; lo que Dios unió, que no lo separe el hombre. Es así que mientras los Guerreros libran su propia lucha en el campo, en el mundillo virtual se lleva a cabo una batalla verdaderamente sangrienta: la de las palabras. Y a veces aparece tan seductora.
Santos sufre en la Liga MX y las victorias se le escapan, aún en casa; por su parte, en Twitter, Facebook y demás, tiene a gente que genera contenido para mantener el nombre en lo alto, de la forma que sea. Pero los comentarios hirientes, ingeniosos, en muchos casos, siempre están. Que si felicitan al Betis de España por su aniversario y que “comparten colores”, va el comentario ácido. Que si felicitan al gobernador en su cumpleaños, directo a la yugular. Que si comenzaron el fin de semana de prácticas entre sonrisas: “Son superlíderes, por eso están felices”, “Ya les dijeron que sonrieran en las fotos jeje” o hasta un “Ya no pongan publicación solo hacen encabr…ar” (acompañado de un changuito enojado).
Se entiende la frustración de la gente, de la verdadera afición; Santos no anda bien y lo único que atina a hacer el club (al menos en apariencia) es “subir” contenido intrascendente. Es la realidad que nos tocó vivir. Pero las marcas tienden a eso, a seguir vigentes dando de qué hablar. Y quienes se dedican a alimentar las redes, ‘community managers’, les llaman, tienen chamba aparte. Como sea, el sentir del aficionado promedio es más que comprensible; frustración por los malos resultados y a cambio parece que solo reciben bromas de las redes.
La buena noticia es que ganó Santos. De visita. La buena noticia es que el próximo fin de semana no va a perder; su partido se aplazará por el brote de virus en el equipo de Xolos. La buena noticia para Almada y sus muchachos es que parecen haber encontrado a su mejor cuadro. Ahora, que no se enferme ni lesione nadie. Que aprovechen que lo peor del calendario ya pasó; en el camino, solo Pachuca y León parecen amenazas serias (con el debido respeto del resto). Quedan suficientes juegos en casa para pensar que se pueden quedar con buena parte de los puntos.
Santos regresa a zona de repechaje, en el nada honroso lugar 12 de la tabla. Pareciera malo, pero recordemos que el cada vez más mediocre sistema de la Liga MX incluye esa y otras bondades. Que descansen los Guerreros, al menos en lo mental, pero que no se relajen tanto. La gente en las redes no descansará, por el contrario, parece que cada vez llega mejor armada. Insisto, los tiempos que nos tocó vivir y la fórmula le ha funcionado a más de uno.
Si nos llenan los medios de contenido basura, ¿quién es el culpable: el que la produce o el que se la come? Ahí tienen que el “pobre” Oribe ya no puede saludar a viejos amigos porque lo tunden a “palos” virtuales. Cala, quizá, para los aficionados de Chivas ver a un jugador caro “cotorrear” con el rival minutos después de haber perdido el llamado “súper clásico” (que cada vez está más de hue… flojera), pero de eso a hacer toda una polémica… En fin, la gente responde; la trampa de caer en las redes.
Ahí está Marc Crosas, quejándose de que se hable más de eso que del desempeño en la cancha de los jugadores, tropezándose con la piedra que dejó en el camino. Ya saben, el chiste se… Por ahora, creo que no queda más que estar preparados para enfrentar “la nueva normalidad”, en la vida y en las redes, y no caer en discusiones baratas, a menos que de verdad tengamos mucho tiempo que perder.
Hablo de todos y para todos, tanto jugadores, aficionados y medios; la vida es demasiado corta, más en tiempos de covid. Yo, al menos hoy, ya dejé un poco de vida en estas líneas. ¿Le seguimos? Pueden seguirme en @Foko_54 y @Champs_mx. Nos leemos.
*Eduardo Sepúlveda
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