Columnas Finanzas

Contexto lagunero

Una manzana podrida

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

Echa a perder a las demás. Lo mismo pasa entre los empleados. Las investigaciones acerca de los contagios de deshonestidad y maldad entre los empleados muestran que aun los empleados muy honestos son propensos a mostrar conductas equivocadas cuando trabajan junto a malos empleados. Y aunque sería muy bueno esperar que el comportamiento de los buenos empleados incitara a los malos a tomar mejores opciones, la realidad es todo lo contrario. Entre las personas, pareciera que es más fácil aprender malos hábitos que buenos. Para los gerentes y líderes de negocios es importante entender que el costo de un empleado problemático va más allá del costo directo de sus acciones -los malos comportamientos de un empleado se esparcen entre los demás empleados por el efecto dominó como resultado de dar poca importancia a este hecho, unos cuantos malos empleados pueden infectar incluso a empleados de culturas corporativas saludables.

La historia —y los acontecimientos actuales— están llenos de brotes de mala conducta entre compañeros de trabajo: aseguradores hipotecarios que condujeron a la crisis financiera a sus empresas, empleados que boicotean proyectos, personal que no solo no colabora, sino que además complican las situaciones, rumores mal intencionados, aparentar que trabajan, sin hacerlo, sustraer bienes de la empresa, y un largo etcétera.

Para esta investigación se pretendía entender lo contagioso que es la negatividad de los malos empleados. Para ello se analizaron los efectos de los malos compañeros entre sus colegas y se analizaron empleados financieros que empezaron a trabajar juntos por la fusión de sus empresas. En esta área de negocios se definió mala conducta como quejas de los clientes por las que el empleado financiero motivó un pago compensatorio de $10, 000 dólares o perdió una decisión de arbitraje. Se encontró que los asesores financieros tienen un 37% más probabilidades de cometer mala conducta si encuentran un compañero de trabajo con antecedentes de mala conducta. Lo anterior indica que la mala conducta tiene un efecto multiplicador social de 1.59, lo que significa que, en promedio, cada caso de mala conducta da lugar a 0.59 casos adicionales de mala conducta por efecto del mimetismo -tendencia a imitar- empresarial.

Sin embargo, el simple hecho de observar un comportamiento similar entre los compañeros de trabajo no explica por qué ocurre esta similitud. Los compañeros de trabajo podrían comportarse de manera similar debido a que los trabajadores aprenden comportamientos o normas sociales unos de otros, pero un comportamiento similar entre empleados también podría surgir porque los compañeros de trabajo enfrentan los mismos incentivos o porque las personas propensas a tomar decisiones similares naturalmente tienden a elegir el trabajar juntos. La realidad es que una manzana podrida hace mucho daño.

Se realizaron pruebas que incluyeron solo asesores financieros que no cambiaron de supervisores durante la fusión, esto permitió atribuir todos los cambios en el comportamiento a efectos de colegas compañeros de trabajo con el mismo rango. Dentro de esta muestra restringida, se encontraron fuertes evidencias de efectos de pares -compañeros- al igual que en la muestra principal.

Estos resultados muestran que, independientemente de los efectos de los gerentes a quien reporten, el comportamiento de los empleados se ve afectado por las acciones de compañeros de trabajo. Estudios previos documentan que los efectos de los pares son más fuertes entre las personas que comparten la misma raza o grupo social. En consecuencia, se tomó en cuenta la etnicidad del asesor y se encontró que los efectos de los pares en la mala conducta son más fuertes entre los asesores que comparten la misma etnia; el efecto de contagio es casi el doble si un asesor se encuentra con un nuevo compañero de trabajo con un historial de mala conducta y quien comparte la etnia del asesor. Por lo tanto, individuos similares, que probablemente interactúan más, tienen efectos más fuertes en los comportamientos de los demás.

Comprender por qué los compañeros de trabajo toman decisiones similares acerca de cometer una mala conducta puede guiar a los gerentes en la prevención de la mala conducta. Dada su naturaleza, los conocimientos y las normas sociales relacionadas con la mala conducta deben transmitirse a través de canales informales, como las interacciones sociales y la comunicación hacia los empleados del resultado de estas investigaciones. De manera más general, entender por qué los compañeros de trabajo se comportan de manera similar tiene implicaciones importantes para entender cómo surge la cultura corporativa y cómo los gerentes pueden moldearla.

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