CAPÍTULO 18
Nació en la Ciudad de México en 1848, hijo de don Francisco Eppen y de doña Guillermina Ascherbornn, fue el cuarto de cinco hijos y desde muy pequeño fue enviado a Francfort, Alemania y quedó bajo el cuidado de su abuela paterna, la condesa Margarita de la Motte; allá cursó sus estudios de la academia militar y regresó a México en 1867. Se dio de alta en el ejército liberal y luchó en la guerra contra Maximiliano alcanzando el grado de Capitán, destacado en la ciudad de Durango donde solicitó su baja.
A los 19 años de edad se trasladó a Mapimí donde trabajó como administrador de El Refugio propiedad de don Juan Arana; ahí contrajo matrimonio con la señorita Antonia Zúñiga con quien tuvo tres hijos.
En la Villa de Lerdo a donde acudía con frecuencia, conoció a los representantes de la firma Rapp Sommer y Compañía de la que pronto fue apoderado general y después por su eficaz acción, socio con el 20 por ciento de utilidades. Bajo su dirección progresó notablemente San Antonio del Coyote y sus anexos; fue determinante para lograr el ferrocarril para el rancho del Torreón y su progreso subsecuente. Conjuntamente con la señora viuda de Zuloaga, firmó la ocasión de terrenos el 24 de agosto de 1883 para la construcción de la vía del ferrocarril y la estación en el Torreón.
El 22 de marzo de 1884, se inauguró el Ferrocarril Central Mexicano con estación de paso en Santa Rosa, Durango.
En noviembre de 1887, solicitó los servicios del ingeniero Federico Wulff que se encontraba en Lerdo por asuntos familiares, el trazo de lo que sería la Villa primero y luego la ciudad de Torreón. El señor Eppen se dedicó a la venta de las manzanas de la nueva población, éstas miden 84 metros y 33 centímetros por lado y las calles con 21 metros 20 centímetros. Los límites fueron: de la calle Viesca a la Ramón Corona (nombres actuales) y en el norte el Tajo de San Antonio y la estación del ferrocarril internacional (El Pacífico) y al sur la única calle de 16 metros cedida por el ferrocarril (que se llamó primero ferrocarril, luego Iturbide y hoy Presidente Carranza). Esta nueva población se llamó Colonia del Ferrocarril, el 20 de enero de 1888, se vendió la primera manzana y el uno de marzo del mismo año llegó el primer tren del ferrocarril internacional.
Las manzanas 32 y 34 con el precio nominal de diez pesos cada una fueron cedidas por la Plaza de Armas y el Mercado, posteriormente don Andrés Eppen en 1890, compró y regaló un cuarto de la manzana 31 para el primer Templo de Guadalupe.
Don Andrés Eppen tenía su residencia en El Fénix en el Coyote, aquella casona donde después estaría la Clínica Ejidal. La parte posterior tenía un gran portón por donde estaban una vía para sus vagones, uno de pasajeros y uno de carga y un ferrocarril lo tenía diariamente a la colonia en construcción para estar atento a la venta de lotes hasta 1896.
A don Andrés Eppen le tocó ver el desarrollo de Torreón la fundación del tranvía y participó en la erección de la Villa en 1893 y en 1907 vio convertirse en ciudad aquella colonia del ferrocarril que él fundó.
A principios de 1909, a los 61 años de edad en su casa, ubicada en calle Viesca No. 317, murió el 13 de febrero, fue sepultado en el mausoleo familiar de su propiedad en San Antonio del Coyote, aquel visionario creador de nuestra ciudad de Torreón.
