San Francisco (EU) (EFE).- Las inyecciones de Bótox tienen otras utilidades además de "planchar" las arrugas, según un estudio publicado hoy que indica que pueden resultar efectivas para reducir el mal olor de las axilas.
Desde que las autoridades estadounidenses aprobaron el pasado abril su uso cosmético, el Bótox -un veneno mortal si no está convenientemente diluido- está resultando tener usos de lo más variopintos.
Un estudio publicado hoy en el diario médico "Archivos de Dermatología" indica que, además de estirar las arrugas, el Bótox podría ser también efectivo para reducir el mal olor corporal.
Para realizar esta sesuda investigación, un grupo de voluntarios se dedicó a oler camisetas usadas por 16 personas durante 24 horas para puntuar en una escala de cero a seis el grado de mal olor y la correspondiente intensidad.
La mitad del grupo portador de las camisetas había recibido un pinchazo de Bótox, mientras que a la otra mitad le habían inyectado una sustancia inocua.
Según el autor del estudio, Marc Heckmann, las axilas puntuaron una media en la "escala maloliente" de 2,68 antes del tratamiento, mientras que el número se redujo a un 1,83 después del Bótox.
Aunque la sustancia se había usado desde hacía tiempo para otros fines -tratamiento de la parálisis cerebral o los espasmos musculares, entre otros- su uso cosmético supuso toda una revolución para los que pretenden conservar eternamente un aspecto juvenil.
Ahora también podría convertirse en un arma efectiva contra el olor de las axilas.
