Brasil perdió cerca de tres millones de trabajadores sindicalizados desde que entró en vigor la última reforma laboral a finales de 2017, lo que supone una reducción del 21.7 % del total de inscritos en sindicatos. (ARCHIVO)
Brasil perdió cerca de tres millones de trabajadores sindicalizados desde que entró en vigor la última reforma laboral a finales de 2017, lo que supone una reducción del 21.7 % del total de inscritos en sindicatos, informó este miércoles el Gobierno.
En 2016 el gigante suramericano contaba con 13.5 millones de personas afiliadas a algún gremio sindical, cifra que cayó a 10.6 millones el año pasado, según un estudio divulgado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La reforma laboral de 2017, impulsada y aprobada durante el Gobierno del presidente Michel Temer (2016-2018), fue aplaudida por los empresarios, pero fuertemente criticada por los sindicatos, que se quejaron por la pérdida de derechos.
El nuevo marco legal laboral reglamentó nuevas formas de contratación, como el trabajo intermitente (por días u horas), el tercerizado o el que se puede realizar desde las casas, y dio la posibilidad de negociar estas opciones de forma independiente, sin la participación de los sindicatos.