DICHOS DE SOR JUANA
LA LUZ PURA
POR ANTIGUA QUE SEA
NUNCA CADUCA
Un pensamiento, una historia familiar, un sentimiento, un recuerdo de poco o mucho tiempo atrás pueden ser la luz pura que menciona Sor Juana en la máxima que preside estas líneas, bajo la condición de pureza, característica que garantizará su perpetuidad. La máxima aparece como parlamento de los personajes alegóricos de la memoria y la música en una loa que la Fénix Americana compone para el cumpleaños de la reina María Luisa de Borbón.
Antes de que ambas vocalicen aquellos versos, Memoria convoca a un tiempo pasado con sus magnificencias para cantar ditirambos de homenaje: “Y así, la pasada edad / de sus venerables urnas / saque los pasados regios / esplendores que la ilustran”. En seguida ambas, Música y Memoria, entonan “que la luz pura / por antigua que sea / nunca caduca”.
Todo mundo lleva entramados de recuerdos gratos y limpios que le iluminan la existencia, recuerdos de vivencias individuales o que desde la realidad externa se le han incorporado otorgándole gozos que quedaron impresos en la memoria. Todos los llevan, sin duda, entre remembranzas personales de experiencias que no se quisiera haber vivido. A veces serán rescoldos de tímido brillo entre las tinieblas de lo ingrato, pero es mejor evocar los mayores o minúsculos destellos de la dicha para iluminarse e iluminar el entorno, por ello a todo mundo se adapta la máxima de la Décima Musa, por ello todos pueden repetir: Sor Juana dice: “la luz pura / por antigua que sea / nunca caduca”.