Las grandes flechas azules van señalando el camino a seguir con la intención de que la gente no se cruce ni se acerque de más. En los lavabos se puede ver uno funcionando y otro clausurado para que no se rompa la sana distancia. (EL UNIVERSAL)
Entrar al baño del cine en la llamada "nueva normalidad" pareciera como un juego de niños.
Las grandes flechas azules van señalando el camino a seguir con la intención de que la gente no se cruce ni se acerque de más. En los lavabos se puede ver uno funcionando y otro clausurado para que no se rompa la sana distancia.
Ahí, en el complejo ubicado en Forum Buenavista, una empleada acarrea cubetas cada que se necesita porque, aunque comenta que tienen todas las normas de seguridad y protocolos necesarios para la reapertura, la bomba de agua de la plaza les jugó una mala pasada y no es suficiente para los baños.
Con careta y cubrebocas "Claudia" está expectante por regresar a trabajar y se le ve feliz porque se siente cobijada por su equipo. Aunque hoy se abren los cines al público explica que desde hace un mes ellos retomaron labores y recibieron cursos para el nuevo orden al que se iban a enfrentar.
"Afortunadamente la empresa siempre ve por nosotros. En los meses que estuvimos cerrados nos pagaron la mitad, no es mucho pero de eso a nada", señala.
Lo que sí es complicado para la empleada es hacer su trabajo usando caretas debido al calor que generan pero ella así como el resto de sus compañeros lucen del mismo modo: con careta, cubrebocas, algunos cargando botellas de gel antibacterial o trapos para limpiar mientras otra en la entrada con un termómetro toma la temperatura de los asistentes que esta tarde todavía es poca.
De acuerdo con otro empleado este complejo cuenta con 2500 sillas de las que sólo podrá ocuparse un 30%.
