Los trabajadores que permanecen en las instalaciones de la Conagua, en la calzada Ávila Camacho, no han resentido las limitaciones. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El recorte a las dependencias federales ha limitado el trabajo, en términos del uso de papelería, luz, agua en los baños, refrigeración, vehículos, computadoras y hasta el garrafón de agua purificada; sin embargo, estos cambios serán más evidentes una vez que se reanuden las actividades de la totalidad del personal que se mantiene en atención remota.
En los lineamientos de austeridad que estableció el Gobierno federal, se indica que solo debe utilizarse lo indispensable en cuanto a energía eléctrica de las oficinas, así como de agua en los sanitarios, por lo que se pide el retiro de electrodomésticos en los comedores del personal, además de que se limita considerablemente la impresión de documentos.
Trabajadores entrevistados en distintas dependencias de la Comarca Lagunera coincidieron en que el mayor problema en la actualidad es el uso de las computadoras, pues hay oficinas donde se cuenta con un solo ordenador y hay cinco trabajadores que deben compartirlo (lo que contradice las medidas sanitarias) o, incluso, muchos han optado por llevar los de uso personal o escribir documentos apoyándose en su dispositivo móvil.
En la Comisión Nacional del Agua (Conagua), desde el inicio de la actual administración federal se hicieron despidos masivos de trabajadores y desde que arrancó la pandemia por COVID-19, se ha mantenido el trabajo en casa para quienes pueden desarrollar su actividad sin acudir diariamente a las oficinas, lo que podría extenderse unos meses más.
Debido a que gran parte del personal se encuentra en esta situación, los trabajadores que permanecen en las instalaciones de la calzada Manuel Ávila Camacho no han resentido las limitaciones; sin embargo, están conscientes de que, en cuanto se reanude la operación normal, escaseará considerablemente el agua (la recomendación es reducir el consumo en un 50 por ciento), y será más evidente la falta de equipos de cómputo.
En contraste, esta oficina no es propiedad del Gobierno federal, sino que se paga una renta superior a los 200 mil pesos mensuales a pesar de que el inmueble presenta goteras y poco mantenimiento, por lo que luce deteriorado. La Conagua cuenta con varios edificios propios en la región, donde ha resultado más notoria la limitación en servicios, a consecuencia de la austeridad que ha declarado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
ATENCIÓN REMOTA
En el caso del Palacio Federal, las oficinas se mantienen con la atención remota por la contingencia sanitaria, por lo que permanecen cerradas y los servicios aquí han disminuido considerablemente. No obstante, se indicó que los sanitarios tienen restringido el uso de agua, luz y papel, además de que se espera el retiro de equipos de cómputo, de acuerdo a los lineamientos de austeridad.
También se ha manejado una limitación en el suministro de combustible para los vehículos institucionales.
El 23 de abril de 2020, López Obrador publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un decreto en el que se establecen 11 medidas de austeridad, entre las que se incluye no ejercer el 75 por ciento del presupuesto disponible de los renglones de servicios generales y materiales y suministros.
