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Alistan el show Lozoya Austin

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

Un nuevo show mediático por demás espectacular está por iniciar en México para beneplácito de los mexicanos y en especial del gobierno de la cuarta transformación.

Hablamos de la inminente llegada -vía extradición desde España-del exdirector de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austin, durante el régimen de Enrique Peña Nieto.

Lozoya es un delfín del clan salinista, su padre Emilio Lozoya Thalmann fue secretario de Energía, Minas e Industria Paraestatal, durante los dos últimos años del sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

Antes fue director del Issste en los primeros cuatro años del gobierno de Salinas, su amigo y compañero de banca en la facultad de Economía de la UNAM y luego coincidieron en la Universidad de Harvard cuando realizaban estudios de posgrado.

Emilio Lozoya hijo llega a la dirección de Pemex el 4 de diciembre del 2012, recién iniciado el régimen de Peña Nieto, con apenas 38 años de edad, sin haber trabajado en la paraestatal mexicana. Eso sí fue colaborador en la campaña presidencial de Peña Nieto.

Contaba con una carrera académica brillante que incluía licenciaturas en Economía y Derecho en México, además de una maestría en la escuela John F. Kennedy de Harvard. Pero a todas luces su nombramiento se coció en las altas esferas del salinismo, grupo político que entonces dominaba al PRI.

Su administración en Petróleos Mexicanos estuvo plagada de escándalos y de escasos logros, especialmente por las acusaciones de sobornos por parte de las empresas internacionales Odebrecht y OHL.

Tres ejecutivos de la primera compañía de origen brasileño acusaron a Lozoya de haber recibido diez millones de dólares a cambio de asignarles varios contratos a dicha empresa, esto quedó asentado en declaraciones emitidas ante el Poder Judicial de Brasil.

Aunque las pruebas no estaban en poder del gobierno mexicano, fue por demás evidente la apatía y desdén tanto de la Procuraduría General de la República como de la Secretaría de la Función Pública por investigar los hechos.

Fue tan abrumadora la presión de la opinión pública en México y a nivel internacional que Emilio Lozoya fue obligado a renunciar en febrero del 2016 para desaparecer durante varios años hasta su detención el 12 de febrero pasado en la provincia de Málaga, España, donde vivía oculto en un exclusivo conjunto de condominios.

El seguimiento en contra del ex funcionario por parte del actual gobierno de López Obrador arrancó en mayo del año pasado cuando la Secretaría de la Función Pública lo inhabilitó durante diez años para ocupar un puesto público al determinar que en su declaración patrimonial ocultó una cuenta bancaria con varios cientos de miles de pesos.

Ese mismo mes -el día 28-la Fiscalía General de la República giró una orden de aprehensión en su contra luego de que la Unidad de Inteligencia Financiera congelara varias cuentas del ex funcionario.

También se levantaron cargos por el presunto fraude de 280 millones de dólares en la compra de una planta chatarra de fertilizantes por parte de Pemex durante la gestión de Lozoya Austin.

En septiembre del año pasado a Lozoya se le ubicó huyendo a Alemania hasta que finalmente fue detenido en España para iniciar su largo proceso de extradición.

En días pasados Emilio Lozoya aceptó ser extraditado a México y este jueves 16 de julio se esperaba su arribo y el inicio inmediato de su juicio que vendrá a convertirse en el primer triunfo notable contra la corrupción por parte del gobierno morenista.

Las expectativas son enormes porque ha trascendido que Lozoya acordó delatar a personajes del sexenio pasado a cambio de ser tratado con menor rigor.

Veremos si AMLO y su equipo tienen la habilidad y las agallas para ir hasta el final en el caso Lozoya o terminan negociando con Peña Nieto y sus cómplices al tiempo que montan un show mediático con fines electorales.

Recordemos que ni Vicente Fox ni Felipe Calderón pudieron desmantelar las redes de corrupción que el PRI y sus líderes han tejido y disfrutado por décadas en México.

¿Podrá en este 2020 el presidente López Obrador?

NOTICIAS, NOTICIAS…

La ofensiva contra la discriminación en Estados Unidos ha excedido límites, grupos antirracistas han derribado monumentos de Cristóbal Colón y de Fray Junípero Serra, entre otros personajes, porque supuestamente abusaron de los indios americanos. El pasado fin de semana fue destruida por un incendio al parecer provocado, la Misión de San Gabriel, una de las más antiguas y simbólicas de California… A este paso no quedarán héroes en el vecino país cuyas protestas suelen irse al extremo en tiempos políticos convulsos.

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