Miguel Ángel Guerrero, Roger Assalé y el VAR, dieron una vida extra al Leganés en su visita a San Mamés, un campo talismán para los Pepineros y donde los del mexicano Javier Aguirre se impusieron por 0-2, acabando con el sueño europeo de un Athletic de Bilbao que jugó tres cuartos de partido en inferioridad.
CON POLÉMICA
El choque estuvo marcado por dos jugadas claves. La expulsión del meta local Unai Simón en el minuto 22, una sanción rigurosa y discutible, y el tanto de Guerrero en el 79, sancionado con fuera de juego en primer instancia y después validado por el VAR cuando parecía una acción claramente antirreglamentaria.
No obstante, la decisiones del colegiado y el VAR no empañan el triunfo más que merecido de un Leganés que salió mejor que el Athletic y que gestionó perfectamente el encuentro viéndose en superioridad numérica.
De hecho, ya pudo adelantarse con anterioridad en varias buenas ocasiones, especialmente en una de Roque Mesa, en la que el delantero, solo, a la altura del punto de penalti, remató. Ahora los de Aguirre, que se medirán en la última jornada al ya campeón Real Madrid, quedan a un punto del Celta, que visita al también ya seguro descendido y Espanyol.
El Athletic, aunque aún le queda un hilillo de esperanza, más estadístico que real, prácticamente dice adiós a Europa tras una noche en la que pareció que le cayó a plomo todo el desgaste de una temporada a la contra tras el parón y que camino de la final de la Copa en la que se medirá a la Real Sociedad, perdió muchas fuerzas.
"De lo que nosotros dependa, lo intentaremos. Ir a ganar (al Real Madrid, en Butarque) y esperar", advirtió el técnico mexicano Javier Aguirre, quien dejó claro que el objetivo del Leganés era llegar vivos a la última jornada y lo lograron. Aguirre, por último, destacó que a pesar de que no pueda estar en el campo, el apoyo de la afición será "fundamental".
'El Vasco' se apuntó una enorme victoria en el estadio San Mamés. (EFE)
