La historia es apasionante porque te muestra el camino que la humanidad ha tomado para llegar a nuestro tiempo.
Tener la conciencia de un pasado te ayuda a llenar de contenidos el presente y a sentirte orgulloso de lo que eres.
Cuando desconoces no sabes quién eres con la posible tendencia a menospreciar la cultura a la que perteneces, dándole demasiado valor a las extranjeras, nada más por el hecho de serlo.
Cuando las llegas a conocer, te das cuenta que los procesos son a veces similares y la única diferencia son ciertos contextos que permiten el avance más rápido de ciertas regiones en ciertos campos del conocimiento.
Si bien es cierto que la cultura indígena americana se encontraba con retraso en ciertos campos tecnológicos; por ejemplo, no conocía el uso de la rueda como medio de locomoción ni tampoco los animales de carga; sin embargo, estaba mucho más avanzado en el conocimiento astronómico y así lo demuestran sus construcciones.
Desgraciadamente, para nosotros, muchos documentos sobre las culturas indígenas se han perdido y no sólo a causa del celo de los españoles. Culturas tan importantes como la tolteca, por la influencia que tuvo en otras culturas como la maya, nos presentan demasiadas interrogantes que no se han podido resolver.
Con lo que existe ya podemos tener un acercamiento. Tenemos que estar conscientes que las librerías no tienes todos los libros que existen sobre ciertos temas y que hay que ser pacientes para ir haciéndose de una bibliografía que más o menos nos dé información sobre el tema.
Habría que comenzar con los códice; no existen reproducciones que puedas obtener.
Conocí uno en el museo de Antropología de la ciudad de México. Casi todos están en el extranjero. Las traducciones existen pero eso no te muestra cómo deben de ser leídos los textos.
En youtube hay un ejemplo de su lectura. Los que se conocen actualmente son post colombinos; o sea, que no son originales porque fueron destruidos primero por los aztecas y luego por los españoles; sin embargo, eso ya es un acercamiento a lo que fue la historia mesoamericana a través de sus grandes culturas como las fueron los olmecas, los teotihuacanos, los toltecas y los aztecas y en el sur de la república, los mixteco, zapotecas y los mayas; en el occidente tendríamos que mencionar a los tarascos a los que nunca pudieron vencer los aztecas.
Sobre los olmecas, la doctora Beatriz de la fuente tiene estudios sobre las cabezas que los distinguen. Otro autor es Jacques Sostelle. Sobre Teotihuacán, Laurette Sejourné tiene un libro sobre ellos lo mismo que sobre Quetzalcoatl que es un personaje que cuenta con muchas interpretaciones. Otros autores que pueden interesar sobre el tema de este personaje son: Román piña Chan, o Enrique Florescano.
Los toltecas se me pierden más pero hay un libro editado por el INAH: Historia antigua de México que abarca todas las etapas de las culturas ancestrales hasta la llegada de los españoles. Son cuatro tomos. Sobre los aztecas hay muchísimo escrito: estudios serios y novelas. Los autores abundan: Miguel León Portilla, Sofía Guadarrama Collado tiene una serie de novelas sobre los emperadores. José Luis Martínez habla de Netzahualcóyotl, Christian Duverger, Conrad/Damarest. Hay muchos más porque de ellos si hay información de primera mano y con el rescate del templo mayor se escribió mucho sobre ellos.
Otras culturas son las del sur como la maya que también ha sido muy estudiada y es fácil encontrar libros. Se parte de los textos clásicos como el Popol Vu, el Chilam balam y el Rabinal achi. Tengo la Civilización Maya de Robert Share y Una selva llena de reyes de Linda Schele y David Freidel. Además de la reina roja de Palenque. Otro clásico es el de John Lloyd Stephens: Viaje a Yucatán. Indispensable el libro de Diego de Landa: Relaciones de las cosas de Yucatán.
Como dije al principio, es imposible que las librerías tengan todo el acervo. Hoy, con los dispositivos existentes, algunas cosas se podrán encontrar en PDF o se podrán pedir por medio del internet. Todo es cuestión de buscar.
Sobre los indígenas también se conoce mucho por medio de las crónicas de la conquista que son muy variadas. De esto ya hablaré en otra ocasión
