Ante la falta de empleo de sus padres, los niños son los que resentirán las mayores afectaciones por la pérdida de ingresos. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Además del encierro, durante la pandemia del COVID-19 los niños han tenido que enfrentar múltiples problemáticas que vulneran sus derechos.
Muchos padres han desarrollado padecimientos mentales, han quedado desempleados o han enfermado, lo que pone a sus hijos en una situación de riesgo.
Por si fuera poco, los menores no son inmunes al coronavirus; en Durango ya se contagiaron 92.
El titular de los Servicios de Salud del Estado, Sergio González, informó que no se han registrado fallecimientos en menores de 20 años, pero no han estado exentos de contagios e incluso cuatro tuvieron que ser hospitalizados.
"Son 33, de cero a 10 años, y de entre 11 y 20 (años), son 59; pero de los pequeñitos hemos internado a cuatro, han salido muy bien, afortunadamente, y no hemos tenido que lamentar una pérdida en esos grupos etarios", reveló.
A nivel nacional, la Secretaría de Salud federal reporta 109 fallecimientos de niños y niñas; y más de seis mil menores contagiados.
NIÑOS 'INVISIBLES'
Los menores están entre los sectores más vulnerables en la actualidad, ya que aunque en este grupo se registra un bajo porcentaje de mortandad, no son inmunes al virus.
Además, la gran mayoría de los pequeños mexicanos ha tenido que padecer otras consecuencias de la pandemia como el confinamiento, la violencia y el desempleo de sus padres, que dejó a 85 mil menores sin seguridad social en México, en tan solo dos meses, de acuerdo a los datos del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Durante un encuentro virtual con diputados integrantes de la Comisión de Derechos de la Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados federal, el secretario ejecutivo de dicho sistema, Ricardo Bucio, enfatizó que el reto para la niñez no es la pandemia, sino la "invisibilidad" de los riesgos y efectos de la violencia familiar y sexual, las carencias por el desempleo de los padres, la inseguridad social, la deserción escolar y la ausencia de redes de cuidado.
Son "invisibles" pese a que representan una población de casi 40 mil millones de personas en el país.
En este contexto, consideró necesario que se asignen más recursos al Anexo Tranversal 18 del Presupuesto de Egresos de la Federación, el cual resintió una disminución de más de 30 mil millones de pesos del 2018 al 2020, además de plantear una agenda legislativa para armonizar 17 ordenamientos jurídicos con la ley general en la materia, para garantizar el interés superior de la niñez en todos los estados.
Estima que la pobreza entre los menores de edad se va a agravar por el COVID-19 y la postpandemia.
Los diputados federales plantearon la necesidad de aumentar los apoyos para que el Sipinna y las procuradurías estatales atiendan rápido las llamadas de auxilio por casos de violencia, además de que se cuente con refugios y coordinación con las secretarías de Salud y Educación Pública para vigilar y atender los problemas de salud mental.
Y es que durante la pandemia aumentaron los casos de violencia infantil y la tasa de embarazo adolescente, además de que evidenciaron que uno de cada cuatro niños tiene problemas de ansiedad por el confinamiento.
La pérdida de empleo, disminución de ingresos en millones de familias y la continuidad educativa, es lo que más se debe prevenir en las siguientes semanas, así como el mayor consumo de violencia a través de los medios de comunicación y redes porque los infantes consumen ahora 30 por ciento más de programas de televisión de lo que veían antes de la contingencia, en horarios para adultos con la gran exposición de escenas de violencia, drogas, sexo y miedo al contagio, advirtió el titular de Sipinna.
LA VIOLENCIA
Entre marzo y abril, cuando
comenzaron las medidas de
aislamiento por la pandemia
de COVID-19, fueron abiertas
970 carpetas de investigación
por el delito de violencia familiar, de acuerdo a las cifras del
Secretariado Ejecutivo del
Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Marzo, cuando inició la
campaña “Quédate en casa”,
fue el mes más violento para
los hogares, ya que se registraron 596 denuncias de las
que se abrieron carpetas.
Pese a ello, son muy limitadas las acciones gubernamentales para propiciar que
las familias vivan en entornos
armónicos, lo que representa
un alto riesgo para los menores y un reto para los Gobiernos y la sociedad.
