Con un disparo, el fotógrafo de vista selectiva, encapsula el pasado. Por ello son envidiados, pues tienen dos corazones, sensibilidad disparada, nunca sufren por desamparo intelectual, poseen ojos de extraña vivacidad, no ocultan la persistencia de su memoria y suelen bucear en las dichas ajenas. Son como exploradores de tiempo completo y la cámara siempre es parte de su ser.
Son felices prisioneros de un sueño, tienen naturaleza espontánea y romántica. Cuando miran, descubren al tigre que todos llevamos dentro. Si alguno de los expertos que hemos conocido nos ubicaran hoy, a un buen número de nosotros, nos mostraría como seres desorientados, que ya no encuentran motivaciones, que hasta el sexo lo encuentran virtual, que se niegan a creer que la tecnología le cambió la vida a todo el mundo. Sobre todo a la gente que mira la tv.
Pasó meses, nuestro pueblo, sin futbol y de pronto encuentra que el escenario queda repleto de nuevo, con otros procedimientos, claro. Para empezar, sin gente en la tribuna, todos como fieles consumidores frente al aparato que tiene publicidad por todas partes, suena lógico, aunque el producto es mínimo, sin calidad. Claro, los jugadores están fuera de ritmo. La cuota de clase es relativa y abriga esperanzas de ir mejorando.
La tv, devoradora, cuyo único Dios es el dinero, está aliada con los dueños, que asustados por el declive económico, aceptan la programación de un torneo imaginativo, creyendo que el futbol es ejemplo de vida y tiene respuestas para todo. Entonces, la idea es llevar el espectáculo a la afición para que se reanime y pueda tener un paliativo en estos difíciles e inquietantes tiempos.
Pero la oferta es pobre en la cancha y los comentaristas ponen un entusiasmo plausible pero que no corresponde a la realidad. Quieren que creamos que sucede algo que no estamos viendo, como si el afán fuera de manipulación sobre un territorio de ciegos e ignorantes. Los chicos de Azteca se inventaron un estilo que los de enfrente quieren empatar y terminan por ofrecer bromas simplonas, risotadas de telenovela, con voces chillonas y gritos destemplados. ¿Así compiten?.
En los medios nacionales hay elementos que modelan sus máscaras y manejan ambientes que no existen o especulan sobre asuntos e ideas que tratan de imponer. Al chico Reyes de Cruz Azul lo consideran ya “la nueva joya celeste” y solo jugó un partido en primera.
¿No será mejor presentar una semblanza del joven y esperar a que siga caminando?. Nos encendemos con mucha facilidad. Luego viene el previo que nos promete partidos casi toda la semana, porque los clubes cambian sus días de acción. Son ideas comerciales en busca de la venta, algo muy legítimo, porque los equipos estarán, una buena parte de ellos, muy dependientes de lo que pague la tv. O sea, de la nada pasaremos a futbol casi a diario, aunque por las prisas no consideremos los protocolos.
La Secretaría de Salud puso 53 puntos a la Liga MX para volver. El 45 dice: “Tanto jugadores como el cuerpo técnico, deberán usar cubrebocas estando en la banca”. En la primera jornada apenas, Miguel Herrera, Dante Siboldi, Fernando Tena, Rafael Puente Jr, lo omitieron, dando un mensaje deficiente. Tal vez piensen que morirse de pena es más fácil que vivir con pena.
Alejandro Tovar [email protected]
