INCENDIOS FORESTALES
Por ser un tema de gran importancia y de actualidad, hoy he de tratar el tema de los incendios forestales, tomando en consideración el ocurrido recientemente en las sierras de Viesca y Jimulco en la región Lagunera del estado de Coahuila, en donde se perdieron poco más de 800 hectáreas de flora como candelilla, nopal, cactáceas, gobernadora y cardenche entre otras muchas plantas, afectando además a fauna como venados, jabalíes, zorros, gatos montes e infinidad de aves entre otras más especies animales.
Cada año desafortunadamente el mundo pierde una considerable cantidad de hectáreas a causa de los incendios forestales, estos incendios son una problemática ambiental, a continuación, una poesía que retrata esta problemática forestal.
BOSQUE . . . JAS
"Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal."
Los árboles sufren de pie,
por sus raíces, asidas a la fe,
enferman, lloran, fenecen,
tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje
es víctima del ultraje,
¿quién resarcirá su orgullo,
quién les dará tierno arrullo?
Soy el alma de los bosques
que, por culpa de unos torpes,
"vegetan" con flora inerte
o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes,
de colinas, horizontes,
que han quedado desolados,
por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura,
víctima de la incultura,
de intereses de unos cuantos,
por los que sufro de espantos.
Florestas de oyamel y pino,
¿por qué tan brutal destino?,
son taladas, son quemadas,
en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas,
tropicales arboledas,
de la vida son las vetas,
hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales,
algunas monumentales,
destruyen su ecosistema,
por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda,
que su grandeza no muera!,
son los pulmones del orbe,
oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos
los seres humanos probos
que, a toda ciencia y paciencia,
cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna,
dejando atrás todo trauma,
remediando el ecocidio,
la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia
que, a los pueblos, acaricia,
soy la condena del mundo
que clama, en lo más profundo:
"Talamontes infelices,
que no siguen directrices,
incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques,
ya somos sus guardabosques,
¡muy pronto tendremos fiesta,
nuestro amor los reforesta!"
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
"Comunicar es servir "