Las pruebas se realizarán 'bajo los más estrictos criterios de seguridad'. (EFE)
Chile participará a partir del próximo julio en un ensayo de vacuna desarrollado en China contra el COVID-19, y a cambio de su colaboración el país austral se asegurará el suministro del remedio si este se prueba efectivo.
El acuerdo entre la Universidad Católica de Chile y el laboratorio chino Sinovac establece que la fase tres de la investigación se llevará a cabo con voluntarios del país suramericano, con los que se analizará la eficacia de la vacuna una vez su seguridad ya se demostró en estudios previos.
Se trata del primer convenio que Chile cierra con otro país para contribuir en la búsqueda mundial de la inmunidad frente al virus SARS-CoV-2, aunque las autoridades esperan que no sea el último.
"Estamos valorando varios ensayos colaborativos internacionales para garantizar el acceso de la población a la vacuna", dijo el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, Andrés Couve, también aseguró que se están negociando alianzas con empresas de Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
CRÍTICAS
La fase tres del ensayo del laboratorio chino requerirá entre dos y tres mil voluntarios en Chile, algunos de los cuales recibirán el tratamiento real y otros un placebo, según los expertos.
Ante esto, algunos usuarios de redes sociales criticaron el rol de "conejillos de indias" que tendrán que desempeñar los chilenos para un estudio extranjero.
El jefe ministerial garantizó que las pruebas se realizarán "bajo los más estrictos criterios de seguridad" y que su fiabilidad quedó demostrada en las fases preclínicas.