Pese a que pacientes, enfermeros y médicos pudieron salir de los hospitales de CDMX, personal COVID tuvo que quedarse dentro.
El sismo de ayer recordó al trágico día del 19 de septiembre del 2019, pero ahora se sumó a otra preocupación de interés nacional, la pandemia del coronavirus (COVID-19).
Con epicentro en Oaxaca, el fuerte sismo de magnitud 7.5 se resintió en la capital del país así como otros 12 estados, que viven también a diferente intensidad la alerta sanitaria.
'NO PODEMOS DEJARLOS SOLOS'
A pesar de que miles de pacientes, enfermeros y médicos pudieron salir de los hospitales de la Ciudad de México, mientras transcurría el sismo de magnitud 7.5, hubo personal de áreas COVID que tuvieron que quedarse dentro.
Como indica el protocolo, el personal médico de áreas COVID-19 tuvo que permanecer al interior de las instalaciones para no dejar solos a los pacientes ni provocar contagios.
Pese a la intensidad del sismo, enfermeras y médicos resistieron con sus pacientes, mientras el resto del personal y otro tipo de enfermos salían de los edificios.
"Duró mucho tiempo, pero nos quedamos en el hospital porque podemos dejarlos solos, sobre todo a los que están conectados a una máquina", dijo una enfermera intensivista del centro Médico Nacional Siglo XXI, en la delegación Cuauhtémoc, una de las zonas de la capital donde más se sienten los temblores.
En el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, al sur de la capital, ocurrió la misma escena.
"Los que están con pacientes graves, como mi esposo, se quedaron ahí, los enfermeros se quedaron con ellos. No los dejan solos, nada más salió personal administrativo", dijo María de Jesús Villa, cuyo esposo de 66 años, está internado por COVID-19 en ese Instituto.
Después del susto, personal médico a cargo de los enfermos de COVID-19 comenzó a reportar a los familiares que se encontraban a salvo.
EDIFICIO INHABITABLE
Tras el sismo de 7.5 de magnitud, el esposo de Roberta Martínez sólo pudo entrar por sus pertenencias, pero ya no a su departamento.
La de ella es una de las 40 familias que vivían en el número 52 de la unidad habitacional Lindavista-Vallejo, en la alcaldía Gustavo A. Madero, pues evacuaron por los daños a la estructura.
Contó que, junto con su familia, no se encontraban en el inmueble cuando ocurrió el sismo magnitud 7.5 que terminó por asentar los daños de sismos previos.
La señora Yara Fernández, quien vive con su mascota, contó que anteriormente habían pedido a las autoridades apoyo para la restauración o demolición del inmueble, así como un lugar donde alojarse.
Este martes, cerca de 160 personas resultaron afectadas tras el movimiento telúrico por lo que las autoridades de la demarcación informaron que serían ubicadas en un hotel para evitar contagios de COVID-19.
Luego del sismo, autoridades de la alcaldía fueron alertadas debido a que dicho edificio se encontraba ladeado y con un alto riesgo para los habitantes de la zona, por lo que se determinó su evacuación inmediata luego de una revisión estructural del lugar.
El ingeniero Ignacio Zárate, del Instituto para la Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México, determinó que el edificio presenta afectaciones de alto riesgo con un desplazamiento de 70 centímetros, lo que rebasa la norma vertical establecida para una estructura de su tamaño.
Explicó que se necesitará un estudio en toda la estructura del edificio para saber si puede entrar en una rehabilitación o demolido; sin embargo, precisó que debe ser apuntalado forzosamente ya que representa un peligro de derrumbe en caso de un nuevo sismo.
La alcaldía precisó que el pasado 10 de junio, el edificio 52 presentó un desnivel máximo de 59.9 centímetros, por lo que se determinó realizar trabajos de recimentación, renivelado y refuerzo, que tras el sismo, incrementaron.
'FUE COMO SI SE MOVIERA UNA GELATINA'
La intensidad del sismo registrado ayer se percibió por más tiempo, debido a la condición del suelo, explicó Leonardo Ramírez, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
"En la zona del antiguo Lago de Texcoco, generalmente se tienen amplificaciones importantes, es como si moviéramos una gelatina en un vaso de aluminio y la gelatina se mueve, y el vaso que soporta la gelatina se mueve un poco, pero no es tan grande como lo que ocurre dentro de la gelatina", explicó el investigador.
Académicos de la UNAM explicaron que por su magnitud 7.5, el sismo de ayer impactó a casi 40 millones de personas.
De éstas, un millón lo sintió con una intensidad muy fuerte, principalmente en torno al epicentro, Crucecita, Oaxaca; y de manera moderada, 18 millones en estados del centro y sur del país; así como los 20 millones de personas del Valle de México.
