La contingencia sanitaria ha ralentizado las actividades en los juzgados, con trámites que demoran hasta cuatro horas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La economía, el comercio y las distintas actividades profesionales fueron trastocadas por la contingencia sanitaria por el COVID-19, pero por fortuna poco a poco comienza a levantarse, aunque con las medidas adecuadas. El ramo de la abogacía se vio afectado en un 60 por ciento, declara Fernando Rangel De León, presidente de la Asociación de Exalumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Los que vivimos de litigar, de ejercer la abogacía, que tenemos que acudir a los juzgados para ver expedientes y preparar audiencias, entre otras actividades, sí nos vimos muy afectados, pues fueron dos meses que estuvieron cerrados los juzgados y quedaron muchos asuntos pendientes por resolver", explica.
Añade que como abogados, cuentan con despachos y hay que cubrir diversos gastos, como sueldos del personal, renta, luz, teléfono y otros que no pueden esperar, de tal manera que sí se vieron en difícil situación, algunos más que otros, pero todos, ya que los gastos tuvieron que hacerse.
Por ahora, dice, la mayoría de los despachos laboran de 9 de la mañana a 2 de la tarde y considera que hubo confusión por la petición que hizo un Colegio de Abogados al Tribunal Superior de Justicia del Estado, para que cerraran otra vez los juzgados, lo que por suerte no se aceptó, pero generó confusión entre la gente.
La contingencia sanitaria ha ralentizado las actividades en los juzgados, pues antes se tardaban una hora para un trámite y ahora son casi cuatro horas por las medidas preventivas que deben realizar, pero es preferible eso a que estén cerrados. "Todo camina despacio, pero lo bueno es que están abiertos".
Expuso que muchos audiencias tuvieron que ser reprogramadas, pero por fortuna ya se están realizando y eso beneficia a todos los involucrados para desahogar el rezago.