Representa la prueba más grande hasta ahora a la capacidad de los estadounidenses para mantener al coronavirus bajo control. (EFE)
Después de tres meses y 21,000 muertes que la convirtieron en el foco de infección más letal de Estados Unidos, la ciudad de Nueva York comenzó a reanudar actividades económicas el lunes, en lo que representa la prueba más grande hasta ahora a la capacidad de los estadounidenses para mantener al coronavirus bajo control.
Las tiendas que habían sido consideradas no esenciales recibieron autorización para reabrir, para servicio para llevar o ventas en la acera, aunque los clientes todavía no pueden ingresar a los establecimientos. Las constructoras, fábricas y vendedores al por mayor también recibieron luz verde para reanudar las actividades.
"Hasta ahora todo va bien", comentó Frank Sciame, propietario de una compañía de gestión de la construcción, mientras los lugares de trabajo volvían a tener actividad, pero con nuevas precauciones.
Algunas cadenas de tiendas importantes lo tomaron con calma: Macy's rechazó dar una fecha para comenzar con las ventas en la acera en su tienda insignia, que sufrió daños y robos durante las protestas de la semana pasada por la muerte de George Floyd.