Columnas Finanzas

Contexto lagunero

Pide que te manden un correo electrónico

JUAN MANUEL GONZÁLEZ

¿Cómo se comporta la gente cuando miente? Es sorprendente lo tacaños que somos con la verdad. Richard Wiseman -psicólogo y profesor de la Universidad de Hertfordshire, Gran Bretaña-, realizó unas encuestas a través del diario Daily Telegraph y el 25% de los encuestados reconocía haber contado una mentira en las últimas 24 horas. Otros estudios indican que un impresionante 90% de las personas dicen haber mentido en una cita, y al 40% de la población no considera un problema mentirles a los amigos.

En lo que respecta al trabajo, el 80% de los entrevistados ha mentido durante una entrevista laboral y casi el 50% de los empleados ha contado una “mentirilla” importante a su jefe. Por este reconocido predominio de la mentira se han desarrollado todo tipo de técnicas para detectar a los embusteros. En la antigüedad, tenían su método: colocaban un atizador en una chimenea encendida, lo sacaban ardiendo y obligaban al acusado a lamerlo tres veces.

La teoría de esto indicaba que el inocente tendría suficiente saliva en la lengua como para no quemarse y la lengua del culpable, que estaría reseca, se quedaría pegada al atizador. ¿Qué le parece? Según la hipótesis de la ansiedad, nos ponemos nerviosos cuando mentimos, y desarrollamos síntomas relacionados con la ansiedad, como tener la boca seca. Obtener pruebas fiables de esta teoría no ha sido fácil, algunos estudios indican que los mentirosos no sienten más ansiedad que los que dicen la verdad.

De las siguientes ocho afirmaciones, ¿Cuáles considera usted verdaderas? Cuando la gente miente suele: a) Evitar el contacto visual, b) Sonreír más, c) Moverse en el asiento o, si está de píe, cambiar el peso de un píe al otro, d) Tener manos y rostro sudorosos, e) Dar respuestas largas y confusas a las preguntas, f) Dar respuestas poco estructuradas, g) Asentir más con la cabeza y h) Hacer más gestos.

¿Cuántas afirmaciones considera usted que son correctas? Todos los comportamientos incluidos en las afirmaciones son cosas que hace la gente cuando se pone nerviosa. Pero, según los investigadores que se han pasado horas interpretando el comportamiento de personas mentirosas y sinceras-, ninguna de las afirmaciones anteriores se puede relacionar de manera fiable con la mentira. Tanto los que mienten, como los que dicen la verdad, te pueden mirar a los ojos, y los mentirosos no hacen gestos nerviosos con las manos ni tampoco se mueven en el asiento.

Pero como casi todo el mundo considera reales estos mitos, creemos que podemos averiguar con ello si alguien está mintiendo. Si estudiamos grabaciones de gente que miente y gente que dice la verdad y pedimos que se identifique al mentiroso, los resultados son muy similares a hacerlo al azar. En un experimento, se le pidió a un grupo de adultos que vieran unas películas en las que unos niños describen un suceso real y otro ficticio; los adultos no fueron capaces de descubrir cual era cual. Incluso grupos de abogados, policías, psicólogos y trabajadores sociales han sido incapaces de detectar de manera fiable el engaño.

A final de cuentas, ¡Qué es lo que delata a un mentiroso? Mentir, definitivamente supone un esfuerzo mental, aunque no provoque estrés. Mentir implica pensar en lo que los demás ya saben o podrían averiguar, por ello, los mentirosos suelen comportarse como alguien que esta pensando mucho en un problema o asunto. Tienden a no mover tanto los brazos y piernas, limitan la gesticulación, repiten las mismas frases, dan respuestas más cortas y menos detalladas, tardan más en responder. A menudo dicen cosas como yo, a mí, mío, y optan por su, y suyo, en vez de usar nombres propios. Además, hay un aumento de las evasivas, los mentirosos evitan responder del todo a las preguntas, cambian de tema o responden con otra pregunta.

Para detectar las mentiras, olvídese de la idea de las palmas sudorosas, los movimientos y la falta de contacto visual y busque a alguien que, de repente, está más quieto y hace menos gestos. Aprenda a escuchar, esté atento a una disminución súbita de los detalles, a un aumento de las pausas y a la vacilación; a una repentina ausencia de las expresiones yo, mío y a mí, y a un aumento de los su y yo.

Jeff Hancock -experto en comunicación de la Universidad Cornell, Nueva York- y sus colegas, pidieron a los estudiantes que pasaran una semana tomando notas de todas sus conversaciones importantes cara a cara, por teléfono, por SMS y por correo electrónico, y que indicaran las mentiras que encontrasen. Los resultados encontrados: mentiras en el 14% de los correos electrónicos, el 21% en los SMS, el 27% en las conversaciones y el 37% en las llamadas telefónicas. De acuerdo con Hancock, somos más reacios a mentir en los correos electrónicos porque quedan registrados. En los correos, las palabras pueden volver para atormentarnos si mentimos.

Por lo tanto, para reducir el riesgo de que te mientan, pide que te manden un correo electrónico.

Fuente: 59 Seconds, think a little, Change a lot. Richard Wiseman. Hertfordshire University. Juan Manuel González C. www.degerencia.com/jmgc Celular: 871 221 4557

Leer más de Columnas Finanzas

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Finanzas

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1707742

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx