RESILIENCIA. Carolina Castelán ha emprendido su proyecto de joyería a partir de una duro momento en su vida. (CORTESÍA)
Fue hace 19 años cuando la Comarca Lagunera adoptó a la diseñadora Carolina Castelán, quien encontró en la joyería una forma de transmitir valores, mensajes y sentimientos. Originaria del Estado de México, Carolina moldeó su vida con la custodia de un sol lagunero. En Torreón estudió en la Escuela de Plata Laguna del Tecnológico de Monterrey Campus Laguna y también es instructora de yoga, pues la meditación le permite conectar con su interior y plasmar su ser en cada creación.
En 2012, Carolina comenzó a desarrollar su proyecto. Éste nació de la inspiración que le provocó la partida de su hijo Sergio; un homenaje a la luz que significa en ella y en su familia. La diseñadora se enfocó en transmitir sus sentimientos y emociones a través de la joyería, así como la tristeza que en ese momento sentía por la ausencia de su hijo. En un acto resiliente, tomó impulso y se abrazó al acto creativo para fundar Caro Castelán, marca en la que demuestra que cada persona tiene una historia, un momento significante que la define.
Su trabajo le ha permitido un lugar en distintas exposiciones a nivel nacional e internacional. Entre estas muestras destacan Pueblos Mágicos de México (Barcelona, 2014), Galería Ismos (Ciudad de México 2015), Museo de los Metales (Torreón, 2015), Museo de Arte Popular (Ciudad de México) y Expo Joya del WTC (Ciudad de México, 2019 y 2020). También ha participado en concursos de diseño como el organizado por la Cámara de Joyería de Jalisco en 2013, 2014 y 2018. Además de formar parte de la exposición La Galería del Tecnológico de Monterrey Campus Laguna (2017). Otro de sus logros fue el reconocimiento de su marca al ser una de las 10 seleccionadas por la Cámara de Joyería para el programa Joya Emprende 2019.
Respecto a los cambios que se experimenta la humanidad debido a la epidemia de covid-19, donde la higiene ha tomado un primer plano en el escenario de la realidad, la diseñadora considera que el mensaje de la situación va más allá de limpiar en lo físico. Para ellos estos tiempos también son idóneos para una limpieza interior, para que el ser humano se haga consciente de este acto de renovación con el planeta, con los animales, con el aire que se respira, y en las relaciones personales y laborales del día a día.
