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Washington, eu.- El presidente venezolano Hugo Chávez declaró ayer en la Cumbre Mundial para celebrar el 60 aniversario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que la organización “no sirve para nada” y pidió que sea sacada de territorio estadounidense hacia una “Ciudad Internacional” que está todavía por crearse.
“La nueva sede de Naciones Unidas tiene que estar en el sur”, dijo Chávez hablando ante la Asamblea General que congrega a presidentes, jefes de Gobierno y reyes de unos 170 de los 191 estados miembros.
El documento que saldrá de la cumbre hoy viernes “es írrito, nulo e ilegal”, dijo Chávez mostrando al aire el trabajo de 35 páginas que fue aprobado por la Asamblea General el martes, en la víspera de la apertura de la cumbre.
“Se aprobó violando las normativas de las Naciones Unidas”, dijo el mandatario, y propuso una amplia discusión del texto porque “se aprobó con un martillazo dictatorial”, cinco minutos después de ser entregado a los delegados con un texto sólo en inglés.
Chávez fue el decimoquinto orador de la sesión vespertina, y al pasarse de los cinco minutos de rigor pidió al presidente de la asamblea, el primer ministro sueco Goran Lindahl, unos minutos más para terminar recordando que el presidente George W. Bush había dedicado 20 minutos a su alocución.
El presidente venezolano, quien habló durante 12 minutos, dijo dirigiéndose a la mesa de dirigentes de la asamblea que “si nosotros vamos a aprobar esto estamos perdidos: apaguemos la luz y cerremos las puertas y ventanas”.
Chávez Frías, quien fue aplaudido en tres ocasiones durante su intervención, lo que no había ocurrido con más de un centenar de oradores que le precedieron en dos días, es un connotado opositor de Bush, con cuyo Gobierno ha sostenido una animosidad durante años.
Criticó a Bush por su guerra contra Irak y dijo que a raíz del huracán Katrina, el pueblo estadounidense “no tiene Gobierno que lo proteja de los desastres anunciados de la naturaleza” porque sus políticas energéticas han destruido el medio ambiente.
Agregó que Washington es el único Gobierno que estimula el magnicidio y citó al pastor evangélico estadounidense Pat Robertson, quien recientemente pidió el asesinato de Chávez, afirmando que pese a que esa amenaza “es un delito internacional, (Robertson) sigue libre”.
Dijo que el propósito inicial de la cumbre, de evaluar los avances para el cumplimiento de las llamadas Metas de Desarrollo del Milenio, “ha sido desvirtuado totalmente”, y en ello ha coincido el presidente argentino Néstor Kirchner, con quien se había entrevistado horas antes.
