La desesperación por la falta de empleo llevó a César a colocarse en un crucero para solicitar a los conductores un trabajo. (FERNANDO COMPEÁN)
Desde hace dos meses, César Salgado Vázquez, enfermero general de profesión, se coloca en el crucero de bulevar Independencia y calzada Abastos, donde con un letrero en mano pide un apoyo económico o trabajo para poder subsistir.
César platicó a El Siglo de Torreón que desde hace nueve meses se encuentra desempleado, tuvo que dejar su trabajo dentro del hospital del Magisterio debido a que un familiar se enfermó y tuvo que viajar a San Luis Potosí, por lo que pidió un permiso de seis meses en su centro laboral, sin embargo tardó unos pocos meses más en regresar debido a la problemática que vivía y se encontró con que ya no tenía empleo.
Ante esta situación, comenzó a buscar trabajo sin tener suerte, por lo que en su desesperación se le ocurrió colocarse en el mencionado crucero vial con un letrero ofreciendo sus servicios. Cuenta con 14 años de experiencia en el área de la enfermería y 10 años en la atención de pacientes con diabetes.
Fue en la escuela de Enfermería del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Torreón, donde César estudió durante año y medio para lograr certificarse como enfermero auxiliar.
Dentro de su preparación en el campo clínico, fue que llegó al nosocomio del Magisterio donde, por su desempeño lo contrataron para ejercer en distintas áreas del hospital.
A partir de ahí, sus ganas de prepararse más lo llevaron a capacitarse en la Escuela de Enfermería Benito Juárez, ubicada en la ciudad de Gómez Palacio, lugar del que no ha podido sacar su título, ya que dejó un adeudo en algunas colegiaturas por lo que únicamente cuenta con una constancia de estudios.
Ahora, César no ha logrado ingresar a ningún centro médico para poder continuar desempeñando su profesión y en estos nueve meses de desempleo, manifestó que únicamente le ha surgido un empleo temporal cuidando a una persona, mismo que ya culminó.
Por lo anterior solicita la ayuda de la comunidad, ya sea con alguna moneda o despensa, pero sobre todo pide que pueda ser contratado para continuar laborando como enfermero en algún trabajo con el que pueda ganarse la vida. César es casado y su esposa padece asma y en estos momentos no puede trabajar, por lo que es el único que aporta dinero a su casa y no cuenta con quién lo puedan apoyar, ya que ninguno de sus familiares radica en La Laguna.
