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Se adaptan a la contingencia

Dámaris Sánchez y su pareja decidieron posponer su boda e idear un singular festejo ante la conitingencia de COVID-19. (El Siglo de Torreón / Erick Sotomayor)

Dámaris Sánchez y su pareja decidieron posponer su boda e idear un singular festejo ante la conitingencia de COVID-19. (El Siglo de Torreón / Erick Sotomayor)

SAÚL RODRÍGUEZ

Dámaris Sánchez y José Antonio Rodela tenían planeado festejar su boda el 2 de mayo del año en curso. Sin embargo, los cambios experimentados a nivel social y sanitario por la pandemia de COVID-19, los orillaron a tomar otras medidas.

Con gastos ya hechos, la pareja empezó a negociar con los proveedores de la ceremonia. Después decidieron posponer el enlace nupcial. Sin embargo, Dámaris y José Antonio no querían que la fecha marcada originalmente en el calendario pasara desapercibida. Así que tuvieron la idea de organizar una despedida de soltera con el formato drive-thru.

Así, la tarde del pasado sábado 2 de mayo, un grupo de aproximadamente 30 automóviles entró a un circuito del fraccionamiento Viñedos, en la ciudad de Torreón. El concepto consiste en que los invitados estén presentes en ese momento especial, pero sin arriesgar su integridad ni la de otras personas, por lo que no descienden de sus vehículos y cumplen las medidas necesarias como el uso de cubrebocas.

Los automóviles se adornan con pancartas y con globos, de modo que la pareja pueda sentir un apoyo proveniente de sus seres queridos. Dámaris y José Antonio contrataron una botarga para que se encargara de dar los detalles a los invitados y recibir los regalos.

A cada asistente se le aplicaba gel antibacterial antes de recibir detalles como pequeñas macetas, snacks y artículos de cocina, y después entregaba el tradicional obsequio a la pareja.

Dámaris comenta que la experiencia le dejó un grato sabor de boca, pues a pesar de la contingencia se pudo festejar de una manera diferente, en un formato que cada vez se hace más popular en La Laguna. Se mostró agradecida con los asistentes por su colaboración y sus palabras, que fueron de gran aliento y tornaron al momento de elementos especiales.

Para Dámaris el secreto está en saber reorganizarse y adaptarse a los tiempos que se viven. Su boda civil se reprogramó para el próximo 16 de mayo, y su recepción se realizará hasta octubre, pues la pareja busca una fecha alejada del pico de la pandemia para disfrutar con tranquilidad de su enlace.

Por último, aconseja a las parejas que tenían programada su unión para estos días, el no perder la calma. Pues a fin de cuentas hay que adecuarse a las prevenciones por la contingencia, pero eso no significa que este tipo de eventos pierdan su magia, pues a final de cuentas lo importante es la unión del matrimonio.

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