Una confusión que duró casi un mes. (INTERNET)
Alba Maruri Granda, de 74 años de edad, fue ingresada el pasado 27 de marzo al Hospital Guayaquil, en Ecuador, con fiebre y dificultad para respirar.
Ese mismo día se les dijo a sus familiares que Alba había fallecido y 8 días más tarde, su cuerpo, les dijeron, fue incinerado.
Sin embargo, Alba no había muerto y el 23 de abril, cuando recuperó la conciencia, llamó a su hermana por teléfono para que la fuera a recoger al hospital, detalla el diario El Comercio.
El hospital habría confundido los nombres de dos pacientes y dieron por muerta a Mauri, se incineró a otro paciente y esas fueron las cenizas que entregaron a la familia de la mujer, quienes tuvieron los restos en su casa durante casi 3 semanas.
"Feliz con la noticia. Mi hermana ya está en una habitación, en espera del alta. ¡Es un milagro! Ya iba a cumplir un mes de muerta, se puede imaginar, y yo he tenido las cenizas de otra persona", comentó Aura Maruri, la hermana de Alba.
"El equipo del hospital ha venido a pedir disculpas, nos dijeron que fue un error de ellos, que entendamos por lo que estaban pasando, era un caos en ese momento con tantos muertos y contagiados", añade Laura Morla, su sobrina.
"Aún no saben de quién son las cenizas que están en casa, pero mi tía, a pesar de todo, está bien de salud", agregó a su vez Juan Carlos Ramírez, otro familiar.