La comunidad fue aislada por brote de coronavirus. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Habitantes del poblado Ignacio Allende, aislado tras la detección de un brote familiar de COVID-19, denunciaron la escasez de alimentos y medicina y la urgencia de proporcionar apoyo psicológico a los pobladores.
Adrián Reyes Calderón, Presidente de la Junta Municipal del poblado señaló que lo primordial es la habilitación del Centro de Salud y permitir que la oficina de Telecom Telégrafo siga abierta.
"La comunidad es 100 por ciento agrícola, venimos de un año de sequía y no hay recursos, entonces ahorita la mucha ayuda que nos llega es por parte de nuestros paisanos, es importante contar con el servicio de Telecom para que la gente tenga la oportunidad de cobrar sus remesas".
Ante el cierre de los accesos a la comunidad se improvisó un banco de alimentos para recibir apoyos alimenticios que puedan ser distribuidos entre la población, para ello además se ha dividido la comunidad por sectores y se han nombrado encargados de cada sector a fin de abarcar todas las viviendas.
Ahora, la preocupación de las autoridades de la Junta Municipal son los pacientes crónicos que requieren medicamentos específicos para mantener su salud estable y a quienes tampoco se les permite dejar la comunidad.
Las familias están siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud y entienden la finalidad de colocar un cerco sanitario, pero es necesario que se atienda a quienes tienen padecimientos crónicos, afirmó Rogelio Flores, Presidente del Comisariado Ejidal
Añadió que las aportaciones al banco de alimentos se vuelven urgentes sobre todo para aquellas familias que viven al día y que ante la parálisis de las actividades se han quedado sin la posibilidad de buscar recursos para el sustento diario.
Además de personal médico para el centro de Salud es necesario que se les brinde a los habitantes soporte psicológico.