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Los dispositivos electrónicos y el internet en sí tienen muchos beneficios, de enseñanza, de aprendizaje y de información. Sin embrago, hay muchos estudios asegurando que prácticamente ninguno de estos beneficios es para los niños en edades tempranas. Más del 38 por ciento de los niños que aún no aprenden a hablar ya utiliza dispositivos móviles según un reporte de Common sense media. Los psicólogos aseguran que el problema radica en que los dispositivos electrónicos fomentan el uso de otros circuitos cerebrales encargados del reconocimiento visual de las palabras, es decir, fomenta un erróneo desarrollo de reconocimiento de lenguaje. Hay múltiples estudios de la sociedad internacional de pediatría que aseguran que los menores de tres años no deberían de ser expuestos en lo absoluto a estas pantallas ya que afecta de manera irreversible el desarrollo de su cerebro.
Han pasado diez años desde el lanzamiento del iPad y, es decir del renacimiento de las computadoras en formato de tableta que, por mucho se han convertido en la pantalla más utilizada por infantes. En realidad, los niños que crecieron con ellas y con smartphones siguen jóvenes y aunque no se han hecho estudios aun en un cerebro desarrollado por completo ya se sabe que hay estragos de desarrollo y malas consecuencias, se espera que sean peores o más notorias cuando los niños crezcan. Los expertos que consideran que ciertos usos e dichos dispositivos podrían estar afectando el cerebro de los niños, están especialmente preocupados por que se resienta en su capacidad de atención, así como su motricidad, sus aptitudes lingüísticas y su visión, especialmente en menores de cinco años ya que sus cerebros se encuentran en pleno desarrollo.
En los niños un poco más grandes la afectación es muy notoria también; en realidad los niños tienen cada vez menos tiempo libre. Encima de esto lo usan cada vez menos para jugar y alimentar creatividad, relacionarse con otros niños, o disfrutar el aire libre. Cuando llegan a tener tiempo libre la gran mayoría decide mira la televisión y usar la computadora o consolas de juego. Aparte de que entre preadolescentes y adolescentes es aún peor ya que el 84 por ciento de los que tienen entre 10 y 13 años ocupa sus horas libres en estar frente a pantallas. Son pocos los que practican deportes fuera del colegio, y menos los que participan de actividades culturales.
El diagnóstico que preocupa a muchos especialistas surge de distintos estudios y sondeos realizados por Unicef, el Observatorio de la Deuda Social de la Infancia (de la Universidad Católica Argentina) y la Sociedad Argentina de Pediatría.
Según NBC news, los niños menores de 8 años pasan en promedio 8 horas al día frente a una pantalla. Así fue como se decidió investigar si podía haber algún tipo de beneficios ya que el cerebro necesita muchísimo estímulo externo, sobre todo en "el periodo crítico" que es del nacimiento a los 3 años, en este tiempo las neuronas de los niños están haciendo las conexiones para aptitudes básicas como escuchar, la visión y el lenguaje. Pero hay que recordar que estas cosas tienen que ver con evolución humana que nada tiene en común con los avances electrónicos. Esto se conseguía viendo, saliendo, aprendiendo, leyendo y escribiendo, ¿pero qué pasa ahora con estos estímulos nuevos?
En el estudio se toman ejemplos de lo que pierde un niño, por ejemplo, cuando ve un video en lugar de escuchar a sus papás leerle algún cuento o libro. Hay sistemas cognitivos que se subdesarrollan gracias a que no utilizan su imaginación como deberían. Por otro lado, si el niño pasa mucho tiempo enfrente de pantallas en lugar de conviviendo con gente, su lóbulo frontal es afectado directamente y será más difícil entender expresiones sociales o tener habilidades básicas como empatía.
La sobreexposición a imágenes les ocasiona que segreguen hormonas de estrés al no poder con ellas su cerebro, aparte de que los acostumbra a una inmediata gratificación que jamás recibirán en el mundo real, les afectará al relacionarse o aprender.
Al mismo tiempo, no se está satanizando el uso de estos aparatos hay expertos que aseguran que un tiempo moderado en pantalla (de 30 minutos a una hora al día) en cosas productivas y educacionales, puede preparar y educar a los niños para este mundo rápido y cambiante.
Según NBC News, en promedio, los niños y niñas pasan 8 horas al día frente a una pantalla.
