Mientras el mundo elimina gradualmente el carbón, Japón diluye los esfuerzos realizados. (ARCHIVO)
Ante la crisis climática, el Gobierno japonés tenía la opción de mostrar la ambición de liderar y triunfar o conformarse con la falsa comodidad de las palabras vacías y el fracaso colectivo; sin embargo, la contribución a nivel nacional que presentó Japón es en gran medida la última, acusan activistas.
Consideran que el primer ministro Shinzo Abe todavía tiene la oportunidad de invertir en una economía verde, desempeñando un papel como líder que aborda la crisis climática.
Sin embargo, parece conformarse con un objetivo bajo y políticas para continuar financiando el carbón, "lo que nos está llevando por el camino de la ruina económica y ambiental. Japón no debe frenar las acciones climáticas, incluso en medio de las luchas mundiales de la COVID-19 y debe revisar y fortalecer el plan rápidamente para estar en línea con el Acuerdo de París", señaló Kimiko Hirata, director internacional de Red Kiko y representante de la Red de Acción Climática en Japón.
"Es extremadamente decepcionante que el gobierno japonés haya presentado su Contribución Nacionalmente Determinada (NDC por sus siglas en inglés), sin ninguna revisión a la alza. Como país signatario del Acuerdo de París, debería apreciar la meta indicada por el Informe Especial del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), de 1.5 grados Celsius, de que las emisiones de gases de efecto invernadero deberían reducirse en un 45 por ciento para 2030".
"Como el quinto mayor emisor del mundo, debería asumir su responsabilidad y dirigirse hacia una sociedad descarbonizada, en lugar de mostrar un mal ejemplo a otros países que han estado considerando las reducciones muy en serio", agregó Hirata.
Mientras el mundo está eliminando gradualmente el carbón, Japón diluye los esfuerzos realizados y constituye una carga para cumplir los objetivos globales para abordar la crisis climática.
Las centrales eléctricas que funcionan con carbón están perdiendo rentabilidad y la adhesión al carbón no solo dañará la economía a largo plazo en Japón, sino el desarrollo sostenible de los países en desarrollo, al encerrarlos en una economía alta en carbono.
"Los vastos impactos de la crisis climática ya han sido evidentes y lo que necesitamos ahora es comenzar inmediatamente los debates nacionales con transparencia y aumentar la ambición, seguida de acciones concretas", manifestó Takayoshi Yokoyama, líder del equipo 350.org en Japón.
Naoyuki Yamagishi, líder del Grupo de Clima y Energía del Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF), consideró que Japón perdió otra oportunidad de mostrar liderazgo para la descarbonización, y en su lugar envió una señal completamente equivocada a la sociedad internacional: está bien no aumentar la ambición en este momento crucial.
