A pesar de las recomendaciones, hubo reunión en la Plaza de Armas como cada fin de semana. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Las personas mayores se resisten a dejar de asistir a la Plaza de Armas pese a que por la pandemia de COVID-19 las autoridades prohibieron los eventos con gran concentración de personas.
A pesar de las recomendaciones y de las medidas de higiene y prevención, acudieron como cada fin de semana.
"Si nos quedamos en la casa es peor, ¿qué hacemos ahí solos? Nos vamos a morir de tristeza y aquí aunque sea viene uno a platicar" dijo una mujer que estaba sentada en una banca platicando con tres personas.
Si bien el espacio público no estaba "abarrotado", prácticamente todas las bancas estaban ocupadas, también se colocaron la mayoría de los comercios ambulantes que trabajan en ese lugar y se observaron a algunas personas caminando.
A los peatones se les preguntó sobre la cancelación del baile como medida de prevención para evitar la propagación del virus, pero insistieron en que decidieron acudir a la plaza para pasar una tarde agradable.
"De todos modos venimos para estar a gusto ¿ya qué hacemos?, nos quitaron nuestro momento de terapia para distraernos y hacer de ejercicio, es mejor estar aquí que en la casa".
Agregaron que en invierno, el baile empieza a las cinco de la tarde y culmina a las ocho de la noche, y en verano es de seis a nueve, pero con la contingencia se les dijo que se dejaría de realizar por aproximadamente un mes.
En tanto en el Paseo Morelos, donde se concentra un gran número de bares y restaurantes, a excepción de dos o tres negocios de comida, si acató la disposición, pues se observaron a muy pocas personas caminando o sentadas en las bancas de concreto.
En la Plaza Mayor también había algunas personas, incluso niños que paseaban en la explanada.
