Columnas Social

Las palabras tienen palabra

Unas son marchas y otras también

Juan Recaredo

La reciente marcha de la mujer, más allá de discutir sobre qué tan efectiva es para resolver el problema de la violencia contra ellas, debemos considerarla como necesaria, indispensable. Cierto es que el problema es sumamente complejo y que requiere que todos nos hagamos responsables de nuestras acciones para empezar a buscar una solución, pero la marcha en sí a pesar de algunos destrozos materiales que aparecieron y su magnitud refleja fielmente el tamaño del problema al que nos estamos enfrentando y la urgencia de que empecemos a corregir el rumbo… ¡pero ya!

Y ya que estamos con la palabra marcha, que son las palabras el tema principal de este espacio, aquí la usamos con el significado de "desplazamiento de personas para un fin determinado", generalmente el fin es de hacer una protesta social.

Si tu coche no enciende, es probable que el mecánico le revise la marcha, que es como le llamamos al "motor de arranque" que es un motorcito eléctrico que ayuda a poner "en marcha" al motor propio del auto… por eso popularmente así se le llama: marcha.

Una marcha también es una pieza musical que tiene un ritmo muy característico, porque se usa en la militar para marcar el paso de la tropa, sobre todo en ciertos eventos solemnes. Ahí tiene usted la famosa Marcha de Zacatecas, compuesta por el zacatecano Genaro Codina allá por el año de 1892. Se dice que en una apuesta con el compositor Fernando Villalpando surgió el reto con Codina de hacer una marcha para el gobernador de Zacatecas. A Don Genaro, mientras paseaba por el parque, de repente le entró la inspiración y, como era una fiera para tocar el arpa, fue por ella y de ahí empezaron a juntarse las notas de la Marcha de Zacatecas, que por cierto también tiene letra, por si usted no lo sabía.

De repente se nos cae el teléfono celular, ¡oh qué tragedia! y se quiebra la pantalla, entonces decimos que ese teléfono "ya marchó", o sea que ya no sirve. Cuando estamos trabajando en jornadas más largas que las normales decimos que estamos "a marchas forzadas". Y si traemos prisa por terminar, por ejemplo, un proyecto y no tenemos tiempo para probarlo, ahí lo vamos ajustando "sobre la marcha", o sea que ya cuando esté en funcionamiento.

Como ve, marchas existen muchísimas pero el espacio es limitado, por lo que es momento de marcharme, no sin antes despedirme de usted: ¡hasta luego!

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y [email protected], Twitter: @donjuanrecaredo.

ME PREGUNTA:

Marcelle Treviño: "Lo vi en un libro, pero no sé qué es el aquilón".

LE RESPONDO:

El aquilón es el viento del norte.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

No es la razón, más o menos amueblada, sino la voluntad la que hace marchar al mundo.

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