Tropiezos. El pasto sintético en las canchas de futbol es un peligro para los jugadores, quienes tienen que sortear la alfombra levantada por el desgaste.
A tres años de que la Línea Verde, al oriente de Torreón, fuera inaugurada, hoy tiene otra cara, la del descuido, alejada de su concepción, que era la de recuperar el tejido social.
En un recorrido se constató que los bebederos están dañados, mientras que las diversas canchas tienen desperfectos en su estructura, lo cual pone en riesgo a los que realizan algún deporte debido a las maltratadas mallas que presentan cables sueltos.
El pasto sintético es otro peligro para los usuarios, ya que podrían tropezar por la superficie que se encuentra levantada.
El asfalto que rodea a la Línea tiene hoyancos debido a los trabajos del Simas y a las lluvias, que generan los baches.
Los baños están vandalizados y algunos de ellos cerrados, por lo que su uso es restringido.
Aun cuando se anunció una inversión de 1 millón 534 mil 600 pesos en una pipa para el riego de las áreas verdes, donde la prioridad será este sector, el aspecto del pasto luce seco.
