Es un dispositivo pequeño, generalmente del tamaño de un grano de arroz, que se inserta del lado izquierdo del cuello. (ARCHIVO)
El microchip es un dispositivo que permite la identificación del animal que lo lleva puesto.
Es un dispositivo pequeño, generalmente del tamaño de un grano de arroz, que se inserta del lado izquierdo del cuello. Se coloca mediante una inyección, por lo que no requiere de un proceso quirúrgico ni de ningún tipo de anestesia, ya que sólo sentirá un pinchazo. Este dispositivo funcionará toda la vida de tu mascota.
Este chip te facilitará encontrar a tu mascota en caso de extravío, además de poder asociar los datos del perro con los de su dueño. Se registra en una base de datos donde de la zona donde vive, por lo que es de especial importancia que tu tengas los datos que se van a introducir. Es importante notificar en caso de que cambies tu teléfono o dirección.
Cada chip lleva un número único de serie que será bajo el que se identificará a tu mascota.
Para poder implantar un chip a tu perro se recomienda seguir los siguientes pasos:
*El propietario debe ser mayor de edad.
*Debe disponer de cartilla veterinaria.
*Los datos deben actualizarse cada que sea necesario.
Este debe ser forzosamente colocado por un profesional, por lo que sólo un veterinario puede implantarlo.
Además de los datos del propietario, también deberán integrarse los datos de su mascota, como por ejemplo:
*Fecha de nacimiento.
*Nombre.
*Raza
*Señas particulares.
El costo de este puede variar según la clínica veterinaria o la región, sin embargo, el costo estimado es de $1,200.00.
