Viajar en el tren carguero es de los más difícil por el frío intenso o el calor en el verano, dice Nahun. (PRIMITIVO GONZÁLEZ)
Nahun, hondureño de 37 años, camina solo por el territorio nacional, a donde llegó desde julio del año pasado. Tras obtener su visa humanitaria en Chiapas, decidió continuar su viaje a Norteamérica, pero si encuentra una buena oportunidad de trabajo en México, se queda y se trae a su familia, compuesta de su esposa y dos hijos que se quedaron en su país natal.
Viaja ligero, con una pequeña maleta en donde cabe de todo: una biblia, cepillo de dientes, artículos de limpieza, un par de zapatos y poca ropa, solo lo más indispensable para poder continuar su largo camino. Es originario de Tegucigalpa, Honduras, de donde partió por primera vez rumbo a Estados Unidos siendo muy joven, en el 2000. Con la ayuda de un "coyote" pudo llegar hasta el país norteamericano, donde vivió casi cuatro años, sólo que debido a su juventud, inexperiencia y soledad, se aficionó a las bebidas alcohólicas.
Aunque trabajaba y ganaba dólares, Nahun se gastaba la mayor parte de sus ingresos en las bebidas pero sí le mandaba dinero a su madre para que pudiera comprar su casa, con la ayuda de otros dos hermanos que, por desgracia se volvieron alcohólicos. Lo deportaron en 2004 y se quedó en su país, donde se casó y tiene ya dos hijos. De nueva cuenta se le despertó el "gusanillo" de viajar a los Estados Unidos en busca de otra oportunidad, pues ya sabe lo que quiere.
Al llegar a territorio nacional, en julio del año pasado, Nahun Rodríguez González obtuvo trabajo en el Ayuntamiento de Ciudad Hidalgo, Chiapas, dentro de un programa de ayuda a los migrantes y mientras tramitaba su visa humanitaria, la cual obtuvo por un año para transitar sin problemas por este país.
TRABAJOS
Para sobrevivir, busca trabajo de ayudante de albañil o jornalero, en ocasiones compra mazapanes u otras golosinas para vender. Confiesa que le da vergüenza pedirle a la gente, aunque en ocasiones no hay de otra, el hambre aprieta y se ve en la necesidad de hacerlo, pero no es su costumbre.
Dice que no es un santo ni critica a sus paisanos, pero reconoce que muchos vienen a pedir para embriagarse o drogarse y él ya vivió su propia experiencia y se convenció que eso no es bueno ni ayuda en nada.
En ocasiones se queda en los albergues para migrantes existentes en las ciudades por las que pasa o busca un lugar más o menos seguro para pasar la noche y continuar su peregrinar. Se las ingenia para el aseo personal en los albergues hay baños y los aprovecha.
Dice que México tiene gente muy cálida y noble, pero en lugares como Nuevo Laredo o Veracruz no, "pero creo que la misma violencia que viven los ha vuelto hoscos hacia los migrantes", dice.
Aventura
Va por otra oportunidad
*Nahun es bachiller en Ciencias y estudió dos años Teología
*Le gusta la lectura y su escritor preferido es Gabriel García Márquez.
*Al viajar de "trampa" en el tren, se sufre mucho por el frío intenso y la falta de abrigo.
*Si encuentra trabajo en México, se queda a vivir.