Cupido es la figura más representativa del 14 de febrero. Se representa como un niño con alas que también ha recibido el nombre de eros, dios del deseo sexual y dios del amor. (ARCHIVO)
Cupido es la figura más representativa del 14 de febrero. Se representa como un niño con alas que también ha recibido el nombre de eros, dios del deseo sexual y dios del amor.
En la mitología grecorromana, la historia más famosa es la historia que cuenta que Cupido es el hijo de Venus (Afrodita), diosa del amor, y Marte (Ares) dios de la guerra.
Luego de dar a luz, Venus tuvo que esconder a Cupido en el bosque, ya que Júpiter (Zeus) buscaba asesinarlo.
Fue amamantado por las fieras del bosque, y al crecer heredó la belleza de su madre. Con madera de fresno se fabricó un arco y flechas, por lo que Venus le obsequió uno de ellos a su hijo dado el don que poseía.
Cada que este flechaba a alguien con una flecha de oro, florecía el amor entre los involucrados. Sin embargo, si la flecha era de plomo, habría olvido y desamor.
Nadie podía contra este poder de Cupido, ni siquiera el dios más fuerte o más grande. Esto debido a que era un ser que actuaba con base en sus emociones y sentimientos.
Existe otra historia, donde se cuenta que Venus estaba muy celosa de la belleza de una princesa llamada Psique, por lo que le pidió a Cupido que la flechara con el hombre más feo del mundo.
Cuando Cupido encontró a Psique se enamoró de ella y arrojó la flecha al mar. La pareja se encontraba de noche en total oscuridad, y para evitar desafiar la furia de Venus.
Sin embargo, una noche Psique decide acercarse con una vela a contemplar el rostro de cupido. A este le cae una gota de cera sobre la cara y de despierta. Tras la decepción, la abandona.
Psique busca a Venus con el fin de obtener su ayuda y recuperar a Cupido. Esta le otorga cuatro tareas casi imposibles a cumplir. La última de ella consistió en que Perséfone, reina del inframundo o Hades, le cediera algo de su belleza en un cofre que luego debería ceder a Venus.
En su ambición, Psique abrió el cofre buscando quedarse con una parte de esta belleza, sin embargo, de ello emergió humo negro que comenzó a sumergirla en un sueño eterno.
Luego de esto fue Cupido quien la encontró y evitó que siguiera inhalando el humor. Arrepentido de haberse marchado decide salvarla y quedarse con ella, pidiendo la aprobación de los dioses para que fuera aceptada como su esposa.
