La hipertensión es uno de mayores problemas de salud pública a nivel mundial, esta enfermedad es producto de un buen número de factores, de ellos a consecuencia de un estilo de vida sedentario y hábitos equivocados como la obesidad, excesos o carencias nutricionales la edad, consumo de tabaco y de alcohol en forma exagerada, antecedentes familiares, factores étnicos, estrés o bien como consecuencia de otros problemas de salud como enfermedad renal, diabetes y apnea del sueño entre otras. El tratamiento únicamente con medicamentos por si solo es insuficiente para tratar con éxito este padecimiento por lo que el ejercicio, la corrección de hábitos de vida y de alimentación así como mantener un peso corporal saludable se han convertido en una forma de tratamiento de la hipertensión arterial.
La Tensión arterial, como es correcto llamarla, es el resultado de la cantidad de sangre que el corazón bombea y del grado de resistencia al flujo de la sangre en las arterias por lo que entre más sangre bombee el corazón y más estrechas estén las arterias, mayor será la presión arterial. Los síntomas de la hipertensión arterial son imperceptibles por años lo que hace que el daño a las paredes de las arterias y del corazón sufren daños sin manifestarse, y muchas de las veces es detectable solo cuando esta es medida preferentemente por un profesional de la salud ya que precisa de conocimiento de la técnica para hacer la medición.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte ACSM recomienda inicialmente ejercicios aeróbicos de baja intensidad como caminata, natación o ciclismo con un periodo de calentamiento entre 5 y 10 minutos que incluyan ejercicios de estiramiento y movilidad articular, previa valoración médica pueden incluirse ejercicios de resistencia con peso. La intensidad inicial recomendada es entre 50 y 60% entre pacientes que no han sido valorados por un médico y el 55 y 80 % de la frecuencia cardíaca máxima, esta se obtiene por un método sencillo resultante de restar la edad del paciente a la constante 220, la recomendación más precisa, insisto, será por un profesional de la salud como un cardiólogo, médico internista o de medicina deportiva. La duración de las sesiones de ejercicio serán entre 30 y 45 minutos 3 a 4 veces por semana, las que se podrán aumentar una vez eliminados factores y situaciones de riesgo. ¡Hasta la próxima!
*Jorge Galván Zermeño *[email protected]
