El mercado de las SUV crece como la espuma en todo el mundo. (EL UNIVERSAL)
El mercado de las SUV crece como la espuma en todo el mundo, y nuestro mercado no es la excepción, a pesar de que las carrocerías sedán siguen siendo las preferidas de los consumidores nacionales. No obstante, el crecimiento de este segmento en los últimos años nos hace interpretar que es cuestión de años para que el top 5 de autos vendidos en nuestro país quede dominado en, al menos tres unidades, por carrocerías utilitarias. Basta ver los registros asentados por el Inegi que señalan que las seis SUV más vendidas en nuestro país acumulan más de 100 mil unidades en un segmento donde hay, por lo menos, 30 opciones de compra de distintas marcas.
En el top 6 de utilitarios de mejores ventas en nuestro país solo dos son parte de la categoría de SUVs compactas: la Honda CR-V que, a la vez, es la líder de este segmento y la Mazda CX-5. Entre ellas podemos encontrar ejemplares de menores dimensiones como la Chevrolet Trax, la Honda HRV o la Nissan Kicks. Sin embargo, el logro de Honda y Mazda de estar entre las SUV más vendidas de México es de destacarse porque, a través de una oferta basada en la confiabilidad o la buena selección de equipamiento su utilidad es más jugosa contra modelos de mayor tamaño.
A causa de la reciente renovación de la Honda CR-V, te presentamos un frente a frente entre la líder del segmento y la Mazda CX-5, la cual ha sido catalogada desde su presentación como la referencia de este peleado segmento por su excelente equilibrio de costo beneficio.
De esta manera, esta semana hemos decidido comparar los apartados más importantes que hay que tomar que tomar en cuenta al momento de compra entre la opción tradicional o la nueva jugadora que pretende robarse al segmento.
Honda CR-V
Interior: Famosa por su buen ensamble, capacidad ergonómica y gran practicidad, el espacioso habitáculo de la CR-V se muestra más dispuesto a las diferentes tareas que, idealmente, una SUV debe cumplir, comenzando con la capacidad de expansión que le brinda el sistema Space 4 You, justamente con cuatro configuraciones en el modo de abatir la banca trasera, otorgando una capacidad de carga máxima de mil 110 litros.
El conductor puede operar y monitorear la CR-V con un nuevo display digital y los mandos al volante, mientras que una nueva pantalla táctil de siete pulgadas atiende los temas de conectividad y comunicación mediante Handsfree Link, AndroidAuto y Apple CarPlay. La versión Touring equipa un cargador inalámbrico para smarthphone que, sorprendentemente, no resta espacio a la ergonómica consola central, siempre un must en el habitáculo de CR-V, ahora matizado con acabados tipo madera, paneles de puertas bastante sólidos y texturas agradables que justifican su costo.
Tecnología: Se agradece la presencia de un buen número de asistencias electrónicas que, a bien de no requerirlas en alguna situación, ceden protagonismo a valiosas herramientas como el Honda LaneWatch (LWC), un infalible vigilante del “punto ciego” que emplea una discreta cámara en el espejo lateral. Al marcar nuestra direccional el sistema proyecta una imagen en tiempo real sobre la pantalla central, lo cual facilita y hace más seguros los cambios de carril. Esta tecnología también se encuentra ligada al Asistente de Arranque en Pendiente y al Agile Handle Assist, cuya imagen y sensores facilitarán el estacionado, aun cuando no sea la maniobra preferida de muchos.
Manejo: Desde el estreno de esta generación la Honda CR-V utiliza un competente y ahorrador motor de cuatro cilindros turbo, denominado: Earth Dreams. Este pequeño motor de 1.5 litros de 16 válvulas DOHC encuentra apoyo en un sistema VTEC para lograr la máxima de 188 hp y 179 Lb-pie de torque. Esto ocurre entre las cinco mil y seis mil rpm, donde se mueve con mucha soltura. No obstante, cuando tenemos que disminuir de velocidad, se tiene que lidiar con un inmenso turbo lag que procedente del peso total (1, 544 kg) y una floja respuesta de su transmisión CVT.
En cambio la CR-V ofrece un confort y un aplomo excepcionales, gracias a la configuración McPherson en la suspensión delantera, Multi-link en el eje posterior, y una dirección con asistencia eléctrica, lo cual nos recuerda dos cosas; la primera y más importante: una SUV “normal” nunca será el vehículo ideal para ir muy rápido. La segunda: un pequeño motor sobrealimentado que mueve 1, 544 kg (versión Touring) puede resultar muy seductor en términos de consumo, sobre todo en una camioneta que pasará la mayoría de sus días entre el denso tráfico, pero que será capaz de sorprender gratamente en trayectos más largos y constantes. Después de todo, Honda CR-V no es nueva en el club del buen manejo, calidad y las amenidades, por lo que “esta lavada de cara” y sus nuevos aires tecno le sientan bastante bien.
Algunas de las cuestiones por las que esta camioneta se ha desempeñado de manera tan exitosa en nuestro mercado obedecen a que su construcción, funcionamiento y mantenimiento son una garantía al punto de podernos despreocupar de complicaciones y un constante monitoreo a su estado.
Probablemente, no sea la opción con los interiores más atractivos o con el diseño más propositivo, pero hoy no existe una SUV con una confiabilidad más probada que la CR-V.
Mazda CX-5
Interior: La posición de manejo no se percibe tan alta como en otras SUVs de su segmento, y eso se logra gracias a un especial trabajo que Mazda realizó en los asientos delanteros para aminorar este fenómeno y poner al ser humano como el centro de control de toda la unidad.
Otro de los apartados importantes del interior es la selección de materiales, encontrando diferentes texturas en asientos, paneles de las puertas e, incluso, el tablero que presume de un diseño limpio, concentrando casi todos los controles en la parte baja de la consola central.
No existe una opción en el mercado con un equilibrio tan bien logrado entre calidad de interiores y su precio accesible.
Tecnología: Mazda equipó a la CX-5 elementos enfocados a la asistencia de manejo como control crucero adaptativo, alerta de cambio de carril involuntario y sistema de navegación. Desde un punto de vista de confort, CX-5 echa mano de un head-up display, sistema de sonido Bose con 10 bocinas, freno de mano electrónico y cámara de reversa con sensores. Al ser la carta de presentación de Mazda, es posible notar, a medida que se va usando, más detalles de su excelente manufactura.
Manejo: A diferencia de la Honda CR-V, que lleva más de 20 años en el mercado, la Mazda CX-5 tiene apenas ocho vueltas al sol existiendo. La segunda generación fue un salto para la marca en casi todos los sentidos, pero se destaca por el uso de una plataforma confiable y probada hasta el cansancio en la antigua generación del Mazda3. Además, se coloca como una de las más potentes de su segmento, esto gracias a un motor turbocargado de 2.5 litros con 228 caballos de fuerza y 310 lb-pie de par, que se acopla a una caja automática de seis velocidades.
Al momento de poner a prueba este conjunto mecánico, notamos un nivel de refinamiento alto, con una entrega de potencia amable a pesar del alto par que se dispone. La transmisión automática funciona correctamente y es veloz al realizar los cambios, especialmente al presionar el botón de modo Sport. No obstante, se agradecerían un par de engranes más para cuidar los consumos en ciudad o, bien, liberar un poco más al motor en altas revoluciones.
El turbo lag es solamente notable al momento de acelerar desde cero, y gracias al rápido accionar de la transmisión, no se pierde el rango dinámico del motor al circular a ritmos apresurados, y siempre tenemos par disponible a la demanda de nuestro pie derecho.
El sistema de control dinámico de estabilidad funciona en conjunto con otra serie de asistencias en la camioneta que ayudan a meterla en cintura, especialmente en carreteras con curvas cerradas. Eso sí, no está exenta de sufrir de subviraje, pero es fácilmente corregido por la computadora del vehículo.
En las cuatro esquinas contamos con suspensión independiente: McPhearson en el eje delantero y Multi-Link en la parte posterior. Esto da como resultado un andar suave en ciudad, que filtra bien las imperfecciones del piso. A pesar de eso, deberás de andar con cuidado para no lastimar los rines de 19 pulgadas y neumáticos de cama relativamente baja. En general es una SUV que no sacrifica las sensaciones de manejo por el espacio interior, y esto puede ser un factor importante al momento de decidir una compra si se está migrando de un sedán a una camioneta por primera vez. De manera argumentativa la Mazda CX-5 se ha robado el show en este altamente peleado segmento, gracias a su posicionamiento como la SUV de mejor calidad en la actualidad.
