Columnas Social

Una generación fuera de serie

Dr. Leonel Rodríguez R.

Segunda parte

A todos los tenemos bien localizados y más a los que habían emigrado a otros estados del país, como fue el caso del Dr. Víctor Marcial Moreno Rodríguez quien después de especializarse en Parasitología y Ciencias Médicas se estableció en la ciudad de Cuernavaca, Morelos a quien en alguna ocasión lo tuvimos presente en alguna de nuestras reuniones anuales; a la doctora Virginia Álvarez Arquieta quien después de realizar la especialidad en Citología, se estableció en Villahermosa, Tabasco; a la compañera Teresa del Niño Jesús Figueroa Iduñate, quien después de tomar los hábitos religiosos se estableció en la ciudad de León, Gto., al compañero Salvador Vélez Rodríguez que después de realizar la especialidad de Hematología se establece en la Ciudad de México. Al compañero Alfonso Rangel Martínez el cual emigró a los Estados Unidos y no volvimos a saber de él.

Nicolás Ramírez del Castillo, Ernesto Galindo Cárdenas (a) "La Prángana"; Jose David Garza Ibarra (a) "El Chepino", Faustino E. Aguilar Arocha, Anestesiólogo, quienes se establecieron en Monclova. De los compañeros de generación que se fueron a realizar la especialidad a la ciudad de Monterrey tales como Cecilio Enríquez Cervantes, Mauro Fernández Martínez, Leopoldo Haro Muñoz, Juan Rogelio de Luna Cázares, José I. Herrera García y Antero Sylveira Michel, a excepción de este último quien se estableció en Saltillo, los demás se quedaron a radicar en la Sultana del Norte; nuestro buen amigo Armando Estrada Adame (a) "el doctor Petetas," el cual realizó la especialidad en traumatología en la Ciudad de México, se estableció en Cadereyta, N.L.

Hubo compañeros que jamás volvimos a ver, pero sí sabíamos de su ubicación, tal es el caso de Ángel Alba Salazar quien se estableció en la ciudad de Durango; René F. Cassani Calderón; José Luis Estrada Valdés; Manuel Garza Aparicio, Aureliano Gallegos Banda; Guillermo de León Cerda; Lauro García Meraz radicados en Cd. Juárez, Chihuahua, Piedras Negras, Coah., Ma. del Consuelo Reyes Retana Torreón en Saltillo, por su parte Ma. Magdalena López Ramos y Rosa María Monsiváis Pérez regresan a su lugar de origen. José Ma. Rafael Martínez, (a) Chepeman, lo ubicamos en Cd. Acuña, Coah, a Víctor Torres Arriaga, en Cd. Delicias, Chihuahua y a Gilberto Torres Castillo en Cd. Juárez, Chihuahua.

Los años, convertidos primero en lustros y después en varias décadas, transcurrieron y con ellos fuimos conociendo de la partida de más de una veintena de ellos, el primero fue el compañero Tomás Álvarez Hernández (a) El Tomy; Jesús A. González Fernández, mejor conocido como "La Quezuda"; Graciela García, Ernesto Galindo Cárdenas (a) "La Prángana" ; Ana Rosa Marín González, Juan Hurtado Jiménez; Jaime López Estrada; Jorge Corazón Orona Flores; Arturo Aguilar Rodríguez; Jesús H. Aguirre Valdés; Ma. de la Luz Cossío Cepeda; José Armando Garza González; Alberto Aguirre Galván; Antonio Fernando González Amador; Efraín Villegas Urrutia; Hugo López Gallegos, Sergio M. Palma Esparza; Raúl Rendón González; Mario Alberto Rodríguez González; Jorge Romo Ayala; Pedro Urrutia del Ángel; Armando Vidaña Alvarado y recientemente la partida de Rosa Ma. Monsiváis Pérez mejor conocida como la "Pelona Monsiváis", un total de veintitrés compañeros a los cuales hemos tenido presente en cada una de nuestros reuniones.

Fue hasta junio de 1978 al cumplir 15 años de egresados, cuando por primera vez, convocamos a los compañeros a reunirnos con más formalidad y lo primero que llevamos a cabo fue una ceremonia religiosa para dar gracias al Señor por tan grato acontecimiento y aun cuando ya habían partido varios de sus integrantes, nos comunicamos con sus familiares para invitarlos a ella, así como a una ceremonia que llevamos a cabo en la Facultad de Medicina, por la noche de ese día nos reunimos en una cena-baile en los elegantes salones de "Los Sauces" que por aquellos años era lo más elegante que existía en la comarca; los años siguientes llevábamos a cabo nuestras reuniones en los últimos días del mes de diciembre y esperábamos con entusiasmo la llegada de un quinquenio más de nuestra graduación para volverlo a festejar en grande y fue así como en 1993, la conmemoración del Vigésimo aniversario volvimos a repetir nuestra reunión en grande, con mucha solemnidad, religiosidad, elegancia y distinción que el acontecimiento merecía y fue así como en uno de los elegantes salones del Hotel Paraíso del Desierto llevamos a cabo tan grato acontecimiento donde en compañía de nuestras esposas y/o esposos disfrutábamos de tan grata conmemoración y al final de la misma mencionábamos que el mismo se llevaría a cabo, cinco años después, en 1998 para conmemorar los primeros 25 años de egresados...

Continuará...

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