Experto en redes sociales declaró que hay que tener cuidado con la desinformación que se puede generar en las redes sociales. (EL SIGLO DE TORREÓN/VIRGINIA HERNÁNDEZ)
Roberto Ruiz, conferencista y especialista en redes sociales, declaró que hay que tener mucho cuidado con la desinformación que se puede generar en las redes sociales, sobre todo en casos como el del Colegio Cervantes, en donde se generó desinformación y se compartieron fotografías que después se viralizaron.
Luego de impartir una conferencia a estudiantes de varias escuelas de Lerdo llamada "Eres lo que publicas", dijo que ciertamente los hechos suscitados en el Colegio Cervantes fueron un caso aislado y no vinculado con las redes sociales, por haber sido un hecho más motivado por una película.
Como se recordará, estos hechos se registraron en una escuela privada de Torreón, en donde murió una maestra y en donde el menor se suicidó tras herir a seis personas más.
El especialista explicó que, aunque el hecho fue real, y no se inventó en redes sociales, fue viralizado por las fotos y la desinformación que se generó, vinculando a la familia en estos hechos violentos. Consideró que la clave para entenderlo es la gravedad de enviar noticias falsas en las redes sociales.
Ruiz reconoció que desgraciadamente fue real el hecho, pero se cuestionó ¿cuántos no son inventados por supuestos tiroteos en un escuela?, frenando todas las actividades por una supuesta broma.
Citó el caso reciente en una facultad de Ingeniería de la Universidad de Yucatán, en donde en un grupo de amigos uno de ellos escribió que pensaba hacer un tiroteo en la escuela.
Explicó que dentro del grupo todos sabían que la persona es un bromista, sin embargo, uno de ellos tomó una captura de pantalla y lo compartió, situación que generó que muchos padres de familia se asustaran y no llevarán a sus hijos a la escuela por varios días. Llegó la policía a la escuela y provocó un gran escándalo por una simple broma. Se cuestionó: "¿Quién realmente es culpable?", a lo que contestó que ambas partes, es decir, "el que subió la broma de pésimo gusto, pero también quien la compartió por segunda ocasión, convirtiendo la broma en una amenaza".
Aconsejó a jóvenes y público en general que en caso de que lleguen a saber de un posible tiroteo no se deben hacer bromas pesadas con ello, ya que esto debe ser perseguido y castigado por la ley.
