Las autoridades de Ruanda abusan de sus normas para tratar a los niños que viven en las calles del central país africano y en realidad las usan para encerrarlos en condicione inhumanas. (ARCHIVO)
Las autoridades de Ruanda abusan de sus normas para tratar a los niños que viven en las calles del central país africano y en realidad las usan para encerrarlos en condicione inhumanas y degradantes, denunció hoy Human Rights Watch (HRW).
El gobierno dicen que rehabilitan a los niños que viven en las calles, pero en realidad los someten a abusos, golpes y a procesos judiciales indebidos, señaló la organización no gubernamental en su cuarto reporte sobre esta situación.
El centro de la queja es el punto de tránsito Gikondo, localizado en Kigali, donde menores de edad detenidos en las calles son mantenidos hasta por seis meses bajo la estrategia gubernamental contra la delincuencia dada a conocer en 2017.
Pero esa nueva legislación solo encubre aprehensiones arbitrarias e inclusive violaciones a los detenidos, incluidos niños y niñas.
Dicha legislación sanciona conductas como prostitución, abuso de drogas, vagancia, comercio ambulante o pedir limosna, y se permite la detención hasta por dos meses sin respaldo legal.
Los abusos son cometidos por los elementos del órgano de seguridad administrativa o DASSO, encargado de controlar a quienes viven en la calle.
Si eres mujer y joven, te llaman prostituta, dijo una adolescente de 16 años de edad que estuvo detenida en Gikondo por un mes el año pasado.
HRW habló con 28 de 30 niños detenidos en Gikondo, los cuales describieron golpes y exigencias de dinero.
Además, señalaron que son mantenidos en habitaciones con hacinamiento, muchas veces junto a adultos, compartiendo ropa de cama con parásitos, y siempre en condiciones inferiores a las fijadas por la ley ruandesa y las normas internacionales.
La denuncia de HRW fue difundida en coincidencia con la revisión que comenzó este lunes el Comité de Naciones Unidas sobre los derechos de los Niños sobre Ruanda.
