El personaje a que hoy nos referiremos, fue periodista, político e historiador, el que no obstante no haber sido originario de estas laguneras tierras, se distinguió por su gran pasión que tuvo por todo lo que se relacionaba con su ciudad adoptiva, por tal motivo en cada una de las actividades que desarrollara durante su permanencia en esta ciudad de Torreón, fueron altamente positivas para el gran desarrollo que se diera en la misma, lo que lo significó como uno de los grandes personajes de nuestra historia regional.
Don Eduardo Guerra Peña, fue originario de ciudad Mier, Tamaulipas, en donde nació en el año de 1893, sin embargo, a muy corta edad su familia entera se trasladó a estas tierras laguneras y con posterioridad fue enviado a la ciudad de Monterrey, Nuevo León para que recibiera una elemental educación académica para luego regresar a esta ciudad en la que inició una fecunda trayectoria profesional en varias actividades que dieron lugar al gran progreso de la para entonces villa del Torreón.
Nuestro personaje debe ser reconocido como uno de los precursores del periodismo regional, toda vez que ya para los 20 años de edad incursionó en tal actividad de la que ya se ocupaba al escribir artículos en favor de la causa revolucionaria, los cuales se publicaban en algunos medios de comunicación que esporádicamente salían a la luz pública. En el año de 1915 fundó el periódico "El radical" del cual fue el director y cuya línea era en favor de los postulados de la revolución y sus dirigentes.
Para el periodo 1919-1920 en la presidencia municipal de la ya ciudad de Torreón, don Eduardo fue electo por la ciudadanía, siendo postulado por el "partido político social", cabe destacar que en las elecciones a que nos referimos participaron el profesor don Manuel Mijares y el licenciado don Luis Ortega por los partidos socialista y democrático. Dentro de las acciones de nuestro personaje como presidente municipal destacó la campaña en contra del vicio que ya se había apoderado de Torreón, en donde sobraban centros de venta de bebidas alcohólicas, tahúres y mujeres de la vida galante por lo que formó la policía militarizada quienes atacaban y vigilaban tales renglones.
Después de retirarse del cargo de presidente municipal se refugió en los Estados Unidos de Norteamérica. Una vez más en la ciudad de Torreón, se dedicó a la investigación histórica de la cual surgieron las magníficas obras literarias: "Torreón, su origen y fundadores" y la "Historia de la Laguna", obras que se han convertido en un gran referente obligado para quien escribe o desea conocer nuestra gran historia regional, estos grandes libros fueron editados en 1932. Don Eduardo falleció en el año de 1952.
