Juan Pedro García 'Calerito' tuvo una buena actuación frente a 'Peli'.
Triunfal tarde se vivió ayer en la plaza de toros "Alberto Balderas" al celebrarse la tradicional "Novillada de Año Nuevo", en la que los cuatro novilleros tocaron pelo, resaltando el tlaxcalteca Alberto Ortega y el español Juan Pedro García "Calerito", cortando dos orejas cada quién.
Se lidiaron novillos de la ganadería Espíritu Santo, enclavada en San Luis Potosí, fundada en 1982, de divisa en colores negro, blanco y rojo, astados voluntariosos, faltos de casta, de buena presencia, ante poco menos de media plaza.
Abrió el festejo "Dominguito", herrado con el número 161, registrado con 360 kilogramos, cárdeno oscuro, capacho, para Sebastián Ibelles, vestido de rosa y oro, iniciando el mexiquense con vistosa labor con el capote, metiendo al novillo a sus terrenos y arrancando los primeros "olés" de la tarde. Con la muleta logró entender al astado, tandas largas y pausadas, naturales a los que el novillo asintió para provocar más palmas del respetable y tras una certera estocada, justo en la cruz del animal, el novillero fue premiado con la primera oreja de la tarde, concedida por el juez a petición popular.
Siguió en suerte "Peli", número 153 y 350 kilos, castaño, astifino, bocinero, para "Calerito", andaluz vestido de esmeralda y oro, recibió al astado con faroles de rodillas, cumpliendo con buena labor sosteniendo el capote, desmayándolo al término de la tanda, para luego brindar al lagunero Arturo Gilio Quintero. Armado con muleta, el joven espada toreó siempre en los medios, el astado dando derrotes complació al tendido y ejecutó el novillero "manoletinas" para tirarse a matar y colocar estocada trasera y tendida, suficiente para hacer que el novillo buscara las tablas y doblara, aunque se negó a despedirse tras el descabello, finalmente dio el último aliento, recibiendo el español una oreja, otorgando una más ante el clamor.
De la puerta de toriles salió "Chacón", herrado con el 170, de 345 kilogramos de peso, negro listón, paliabierto, para Alberto Ortega, vestido en verde olivo y oro, de delicada labor con capote, por parte del heredero de la torerísima dinastía tlaxcalteca. Brindis al matador Arturo Gilio, para dar paso a una sentida faena con la muleta, tratando de entender al astado que de a poco atendió a la cita con el novillero, quien esforzado, pudo sacarle unas "manoletinas" antes de ejecutar la suerte suprema, hundiendo la espada hasta tocar pelo, estocada un tanto tendida, suficiente para hacer doblar al animal, fulminado por el puntillero, recibiendo el novillero una oreja, pero a petición, le otorgaron una más.
Cerró plaza "Sevillano", con el número 167, registrado con 340 kilogramos, castaño, cornidelantero, bocinero, para Jaime González - Écija, vestido de obispo y oro, recibió de rodillas para hilvanar un par de buenas tandas con capote y ceder el turno al tercio de varas. Brindis a los matadores laguneros Jorge Mata y Arturo Gilio, para bajo los acordes de "Silverio", torear a placer a un toro voluntarioso, mostrando el español una fina técnica y valor, bien plantado en la arena, tejiendo una faena de vasta calidad, que arrancó palmas del tendido, colocó media estocada que no fue suficiente, teniendo que recurrir al descabello, el cual realizó de manera certera, para reclamar una oreja.
