Solicitan que la Justicia ordene una vía para que puedan ser reclutadas como combatientes y reservistas en el cuerpo de blindados. (ARCHIVO)
Las dos primeras comandantes de tanques del Ejército israelí presentaron una petición al Tribunal Supremo contra los planes de las autoridades militares de archivar el programa para integrar a mujeres en la unidad de acorazados.
Solicitan que la Justicia ordene al ministro de Defensa en funciones, Naftali Benet, y al jefe de Estado Mayor, Aviv Kochavi, que habiliten una vía para que puedan ser reclutadas como combatientes y reservistas en el cuerpo de blindados, informó la Radio del Ejército.
Este proyecto dio comienzo en 2017. En junio del año siguiente, una decena de mujeres completó una formación piloto para realizar misiones defensivas en tanques y los resultados de este curso fueron calificados como "un éxito" por las propias autoridades militares, aunque este pasado año dejó de ser operativo.
Un portavoz castrense aseguró que "la decisión de incluir o excluir a mujeres militares de combate en tanques para misiones de defensa fronteriza aún no se ha tomado" de manera definitiva, y que el asunto "se decidirá pronto".
En Israel, el servicio militar es obligatorio tanto para hombres (cerca de tres años) como para mujeres (dos), y es uno de los Ejércitos del mundo donde ellas tienen acceso a mayor número de puestos.
Pero, pese a los avances para incorporarlas en la mayoría de posiciones -acceden a más del 90%-, tienen aún limitadas algunas, como la de ser integrantes de los equipos de cuatro combatientes que operan dentro de los blindados.
El pasado septiembre, dos jóvenes pendientes de empezar su instrucción en marzo presentaron otra petición a la Corte Suprema alegando que "no integrar a las mujeres en puestos de combate es una violación de su derecho a la igualdad", informó el digital Times of Israel.
Desde hace años, pueden ser instructoras de tanques, y ocupar puestos de combate en infantería, aviación o artillería.
Sin embargo, la cúpula militar desestimó temporalmente su integración total en el cuerpo de blindados argumentando sus altos costes en recursos y mano de obra, y las que completaron el curso piloto fueron incorporadas como combatientes regulares de infantería en un batallón mixto.
