Columnas Social

LO QUE NO SABÍAMOS DE LA DIANA CAZADORA

Tercera parte

Dr. Leonel Rodríguez R.

A poco más de 40 años de su llegada al Valle del Mezquital, la Diana cazadora es objeto, desde la semana pasada, de una exhaustiva restauración por parte del Instituto Nacional de Bellas Artes, auspiciada por la alcaldía de Ixmiquilpan, según informó Eddy Rodríguez, director de Cultura en el municipio.

Dentro de estas remodelaciones se hizo la fuente para la glorieta que se localiza sobre el Paseo de la Reforma cerca de la entrada al Bosque de Chapultepec y se tomo la decisión de hacer tal escultura la modelo que posó para la escultura fue Helvia Martínez Verdayes, en ese tiempo una joven de apenas 16 años que trabajaba por las tardes como secretaria en las oficinas de Petróleos Mexicanos. La escultura fue elaborada de abril a septiembre de 1942, mes en que finalmente se realizó la fundición en bronce. Durante todo ese tiempo, Helvia Martínez posó desnuda para el escultor sin recibir otra paga que la vanidad de ver su cuerpo inmortalizado en una de las avenidas más hermosas de la ciudad.

La Fuente de la Flechadora de las Estrellas del Norte, fue inaugurada el 10 de octubre de 1942 y desde ese momento se ganó el afecto del pueblo, quien la empezó a llamar La Diana Cazadora, pero desde esa fecha también se ganó las críticas de los sectores más ultraconservadores de la sociedad mexicana de la época, siendo la Liga de la Decencia quien un año después, tras una serie de actos de protesta que incluyeron la colocación de ropa interior de tela sobre la escultura, lograron que Juan Olaguíbel le colocara un calzoncillo de bronce a su obra. Sin embargo, el artista previendo otros tiempos de mayor libertad, únicamente lo fijó con tres puntos de soldadura, en espera de poder retirarlo más adelante.

Al paso del tiempo la mentalidad de la sociedad mexicana fue transformándose y para aprovechar la celebración de las Olimpiadas de México 1968, el entonces regente el Ixmiquilpense Alfonso Corona del Rosal, en respuesta a una petición de Juan Olaguíbel, decidió retirar el taparrabos de bronce de la escultura, sin embargo al realizar esto, la estatua sufrió algunos daños. Para solucionarlo se decidió fundir una nueva pieza sin defectos para que ocupara ese lugar, mientras que a la que resultó dañada fue vendida por el artista al regente para evitar que la pieza fuera destruida, ese pieza fue donada por el político a Ixmiquilpan Hidalgo, su pueblo natal donde permanece desde 1970.

En 1974, a raíz de las obras del Circuito Interior, la Fuente de la Diana Cazadora fue trasladada de su ubicación original en el parque Ariel, a un costado de donde hoy se levanta la Torre Mayor. En ese sitio permaneció prácticamente escondida durante 18 años, hasta que en 1987 un grupo de artistas e intelectuales exigieron la reubicación de la Diana Cazadora a la glorieta que se forma en el cruce de Paseo de la Reforma con la calle de Sevilla. Esta petición fue respaldada a su vez por la ciudadanía, quién logró que el gobierno la recolocara el 5 de agosto de 1992 en su glorieta inaugural donde permanece hasta nuestros días. De esa manera ha trascurrido la historia de esta escultura, un monumento a la mujer, un monumento a la belleza del cuerpo desnudo, un monumento a la libertad.

Helvia Martínez Verdayes (22 de mayo de 1921, 98 años, Ciudad de México) es conocida por haber sido la modelo o musa para la escultura de la fuente momumental La Diana Cazadora, cuyo nombre real es La Flechadora de las Estrellas del Norte.

En 1942 teniendo solamente 19 años de edad y siendo secretaria en las oficinas de Petróleos Mexicanos; el arquitecto Vicente Mendiola Quezada y el escultor Juan Olaguíbel, le invitaron a posar para una obra que el entonces presidente de México Manuel Ávila Camacho había encargado: La Flechadora de las Estrellas del Norte, popularmente conocida como La Diana Cazadora.

Diez años después, en el año de 1952 vuelve a posar para un monumento en conmemoración a la Expropiación Pretrolera de México, mismo que hoy en día permanece en la llamada Fuente de Petróleos en la Avenida Reforma de la Ciudad de México. Admitió haber ocultado la verdad respecto a su participación como modelo en La Diana Cazadora, por temor a perder su trabajo y posición debido a la reacción del sector ultraconservador de México de aquella época. En 1992 revela el secreto a través de un libro de su autoría titulado El Secreto de la Diana Cazadora, donde cuenta su historia, poniéndole nombre, apellido y rostro al famoso Icono de la Ciudad de México. Es viuda de Jorge Díaz Serrano, exdirector de Petróleos Mexicanos.

Actualmente existen varias copias de esta hermosa e histórica escultura algunas de ellas en Acapulco, Guerrero, otra en Garza García, N.L. Otra réplica se localiza en Ixtapan de la sal, Estado de México.

Probablemente la Diana Cazadora sea, después del Ángel de la Independencia, el desnudo femenino más retratado por el cine nacional. Varios hechos han servido para alimentar el mito en torno a este icono urbano. De hecho, el cine se ha encargado de aumentar su mito y le ha dedicado varios retazos en diferentes películas, e incluso una que lleva su nombre. La Diana Cazadora (1956) fue de las primeras películas mexicanas que ofrecían desnudos "artísticos", para atraer a los espectadores que comenzaban a desertar de las salas de cine tentados por la diversión televisiva. Dirigida por Tito Davison y protagonizada por Ana Luisa Peluffo, Armando Calvo y Roberto Cañedo, la trama de esta curiosa película se centra en un triángulo amoroso con toda la truculencia del caso.

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