La cartera iraquí consideró los comunicados emitidos 'una injerencia en los asuntos internos'. (AP)
El Ministerio de Exteriores iraquí convocó hoy a los embajadores de Francia, el Reino Unido y Canadá, y al encargado de negocios de Alemania después de que condenaran la muerte de manifestantes y la actuación de grupos armados en las calles de Irak, algo que Bagdad consideró una "injerencia".
En una nota, la cartera iraquí consideró los comunicados emitidos en los pasados días por los diplomáticos occidentales "una injerencia en los asuntos internos de Irak y una clara violación del primer artículo del Acuerdo de Viena, que regula las relaciones entre los países".
Representantes de las legaciones diplomáticas de Francia, el Reino Unido y Alemania se reunieron ayer con el primer ministro dimisionario iraquí, Adel Abdelmahdi, y publicaron un comunicado conjunto en el que demandaban protección para los manifestantes, en línea con un texto difundido el día anterior por el embajador canadiense.
Así las cosas, el subsecretario general del Ministerio de Exteriores iraquí, Abdelkarim Hashem, se reunió este lunes con los diplomáticos europeos y el canadiense, a los que les trasladó que su misión es "fortalecer las relaciones y construir una base de intereses comunes sin interferir en los asuntos internos" de Irak.
En este sentido, insistió en que "si es necesario emitir un comunicado sobre Irak, hay que coordinarlo primero con el Ministerio de Exteriores".
"Nadie tiene derecho a interferir en los asuntos del pueblo iraquí, hablar por él o ponerle una tutela (...). Todas las misiones acreditadas en Bagdad deben cumplir con los estándares laborales diplomáticos", según la nota de Exteriores.
En cuanto a la situación derivada de las protestas para pedir mejores servicios básicos y el fin de la corrupción que se repiten por todo el país desde el pasado 1 de octubre, el ministerio consideró que se trata de una "consecuencia normal en un Estado democrático".
Por ello, el Gobierno iraquí ha iniciado una investigación sobre la violencia durante las protestas, en las que han muerto cientos de personas en las últimas semanas, y está tomando medidas legales para detener a los autores y llevarlos ante la Justicia, destacó Exteriores.
Los embajadores europeos pidieron ayer a Abdelmahdi que, en calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, garantice la protección de los manifestantes y defendieron que ningún grupo armado debe poder operar fuera del control del Estado, en referencia a las milicias progubernamentales chiíes Multitud Popular.
También condenaron no sólo el ataque armado del pasado viernes contra manifestantes en Bagdad, que causó 23 muertos y más de 130 heridos, sino también todos los fallecimientos desde el inicio de las protestas, en su mayoría por la represión policial.
Por su parte, el jefe de la misión de Canadá en Irak afirmó el sábado en Twitter que un país soberano no puede permitir la existencia de grupos armados con "agendas privadas", en aparente referencia a las milicias chiíes.
Algunos activistas, analistas y ciudadanos han acusado a milicianos chiíes del ataque del viernes por la noche, cuando hombres armados llegaron en todoterrenos a una plaza capitalina y abrieron fuego indiscriminadamente contra los manifestantes.
