La exconsejera de la CEDH, Mariclaire Acosta Urquidi, estuvo en Durango en un evento del Sistema Local Anticorrupción. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La designación de la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, significó un "golpe mortal", por lo que se sigue pidiendo su renuncia.
"No se ha reunido la nueva titular con los visitadores, tengo entendido además que ellos han presentado su renuncia, pero no sabemos quién los va a sustituir, si es que les aceptan la renuncia, todo pareciera que está un poco como en 'stand by', en el limbo", expuso Mariclaire Acosta Urquidi, quien estuvo en Durango para participar en un evento del Sistema Local Anticorrupción.
La exconsejera de la CEDH, quien fue una de las que renunció tras la designación, expuso que esto vulneró la legitimidad en el organismo autónomo. "La designación de esta titular le dio un golpe mortal a la Comisión Nacional de Derechos Humanos en su legitimidad y credibilidad y eso es muy grave y hasta donde yo veo no se está tomando una medida para corregir".
Agregó que no se está tomando ninguna medida para corregir esa situación, ya que se sigue solicitando su renuncia por parte de los consejeros de la comisión. "Porque todo el proceso estuvo viciado, porque fue ilegal, entonces esto le resta legitimidad".
Enfatizó que no existe una autoridad moral en el organismo, por lo que la titular no cuenta con el respaldo necesario.
"No existe una autoridad moral en alguien que mintió, que ocultó información y que además fue designada de una manera tan violatoria de la ley", expuso.