Figuras como Guillermo Ochoa y Jorge Sánchez no frenaron sus vehículos ante la insistencia del puñado de fanáticos. (ARCHIVO)
No hay ánimo ni para dar la cara a su afición. Después de la derrota con Tigres (1-2), el América está hermético.
Tras la práctica del día en el Nido de Coapa, los jugadores no se detuvieron para atender a los cinco fanáticos que montaron guardia en las inmediaciones, para animar y conseguir un autógrafo de sus ídolos azulcremas.
El primero en dejar el club fue Nicolás Castillo. El chileno está lesionado y sigue con trabajo diferenciado, aunque eso no evitó que protagonizara un nuevo escándalo, al responder con insultos a la crítica que le hizo el periodista de ESPN, David Faitelson. Además, está descartado para la vuelta de los cuartos de final, en el Universitario, mientras que el delantero uruguayo Federico Viñas ya trabajó al parejo del resto del plantel.
Otras figuras como el portero Guillermo Ochoa y el defensa Jorge Sánchez tampoco frenaron sus vehículos ante la insistencia del puñado de fanáticos.
Solamente el juvenil Jesús López atendió a los fieles seguidores. El resto, mejor escondió la cara y evitó declaraciones a la prensa.
Este sábado las Águilas viajan a la Sultana del Norte, para encarar a los felinos el domingo, en el Universitario, donde necesitan ganar por dos o más goles de diferencia.
