Eventualmente el responsable, por romper varias normas, tuvo que renunciar. (INTERNET)
Un guardia de una cárcel de California, en Estados Unidos, permitió a unos 30 reclusos hacer una fiesta dentro de las instalaciones, supuestamente para llorar la reciente muerte de un compañero.
Según el informe de la Oficina del Inspector General, el guardia habría dejado salir de sus celdas a varios reclusos para reunirse en el patio, sin notificar a nadie más. No hubo registro tampoco de que bebieron alcohol, preparado por ellos mismos, reporta el diario The Sacramento Bee.
El informe también explica que el guardia entregó a un preso en régimen de aislamiento, un paquete preparado por otros reclusos, como ‘recompensa’ o regalo por haber participado en un homicidio.
Aunque el agente tuvo 47 días para informar a la Oficina de Asuntos Internos del departamento, no lo hizo, violando así normas internas. Eventualmente esta persona prefirió renunciar a su empleo tras llegar a un acuerdo con su jefe, que ya tenía la intención de despedirlo luego de una investigación interna.
El sujeto, cuyo nombre no fue revelado, insiste sin embargo que infringiera las normas o no, nunca estuvo en peligro la vida del personal de la penitenciaría.
"El departamento tiene tolerancia cero con la mala conducta de los empleados y tomamos todas las acusaciones muy en serio", dijo la portavoz del departamento penitenciario, Dana Simas.
DA.
