El Papa Francisco motivado por la tragedia ocasionada con la contaminación y destrucción de los bosques que sufre el Amazonas, convocó el cónclave más polémico de los últimos años. En octubre más de 300 personalidades se reunieron en el Vaticano para debatir sobre los cambios trascendentes y urgentes que la Iglesia necesita atender.
El documento de trabajo, aprobado por el Consejo Presinodal, abordó los asuntos titulados como: "La voz de la Amazonía", entendida como la escucha de este territorio; la "Ecología integral" referente al clamor de la tierra y de los pobres y la "Iglesia" que presenta un rostro amazónico y misionero. Su objetivo fue exponer la situación pastoral de la Amazonía y las alternativas para una evangelización más incisiva con un acento hacia las condiciones ecológicas, basándose en la encíclica Laudato Si, "El cuidado de la Casa común".
Esta convocatoria del Vaticano se ha constituido como una oportunidad para realizar cambios trascendentales para el futuro de la Iglesia, no obstante, existen sectores conservadores que perciben con recelo estos movimientos, considerándolos como contradictorios a sus tradiciones. Sin embargo, el texto es claro al referir que no se trata de convertir a las culturas, sino de evangelizar en las culturas, de forma que exista una iglesia con rostro indígena como sucede en el Amazonas, con sus ritos y hábitos ancestrales. Y en este contexto, la recomendación es considerar la "ordenación sacerdotal de personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana, para que la Eucaristía sea una realidad más cercana a las personas", según lo dicta el punto 129 del documento presentado en el Sínodo.
Por otro lado, se planteó la opción de ofrecer un ministerio oficial a la mujer, debido a la relevancia de su presencia y participación en las decisiones de la Iglesia.
En cuanto al problema ecológico integral, el sacerdote Giacomo Costa destacó el tema de los modelos circulares: en donde se busca una alimentación respetuosa con el medio ambiente, con un impacto positivo en las poblaciones locales y que logre promover un consumo equitativo.
A partir de estos temas tratados en el Sínodo, se han enfatizado las perspectivas ambientales, sociales, políticas, culturales y espirituales, lo que ha logrado distinguir a la Iglesia Católica como un referente no sólo en la vida de feligreses, sino en los signos de los tiempos de la sociedad actual.
En el documento final del Sínodo, el cardenal Michael Czerny SJ destacó, "la conversión como el cambio del corazón y de hacer las cosas juntos: si queremos lidiar con estos temas tenemos que cambiar y el primer cambio es el pastoral." Por otra parte, indicó la necesidad de una conversión cultural, respetando las formas diferentes de cada persona y, además estas diferencias hay que abrazarlas.
