EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Crecimiento con inclusión en La Laguna

ÉDGAR SALINAS URIBE

"Si usamos malas mediciones, impulsaremos las prioridades equivocadas", escribieron Stiglizt, Sen y Fitoussi citados en el Índice de Progreso Social (IPS) 2019 elaborado por "México, ¿cómo vamos?" y el INCAE, con la metodología del Social Progress Imperative. El IPS busca ofrecer una medida más integral que la del PIB, cuya eficiencia para comprender la condición económica de un país o una persona está cada vez más cuestionada.

El IPS, señala la publicación, pretende evaluar aspectos que tocan a las personas en la realidad. Busca reflejar, numéricamente, respuestas a preguntas tan básicas y cotidianas como si se tiene un hogar o lo suficiente para comer, acceso a la salud, agua, educación. El IPS permite "evaluar la eficacia con la que el éxito económico de un país se traduce en progreso social".

Tres dimensiones son evaluadas por el IPS: La primera, denominada Necesidades humanas básicas, la componen Nutrición y cuidados médicos, Agua y saneamiento, Vivienda, Seguridad personal. La segunda es llamada Fundamentos del bienestar y la integran el Acceso a conocimientos básicos, Acceso a información y comunicaciones, Salud y bienestar y Calidad medioambiental. La tercera lleva por nombre Oportunidades e incluye Derechos personales, Libertad personal y de elección, Inclusión y Acceso a la educación superior.

Como referencia general de cómo este índice ofrece una fotografía distinta a la proporcionada por la lectura de una situación sólo desde el PIB, tenemos que Coahuila se encuentra en la posición 5 si se evalúa por PIB per cápita, pero con el IPS, baja hasta el lugar 22 a nivel nacional. Durango, en cambio, se encuentra en el sitio 20 por PIB per cápita y en el 18 del IPS. Ambos estados por debajo de la media nacional del Índice encabezado por Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes. El primero con un puntaje de 73.56 contra 66.67 de Durango y 66.01 de Coahuila.

Más a detalle, el IPS señala para Coahuila que en las tres dimensiones se encuentra débil. Durango tiene un desempeño superior a la media nacional en Necesidades humanas básicas y Fundamentos del Bienestar, pero su puntaje global baja drásticamente al encontrarse en la posición 25 en Oportunidades. Por ser temas de interés regional, es de notar que ambas entidades se encuentran en el segmento medio en estrés hídrico (lugares 12 y 10), en otras palabras, hay 20 entidades federativas con una condición de estrés hídrico de mayor dificultad que la de Coahuila y Durango, pese a que la percepción tradicional sugiere algo distinto.

Otra paradoja se presenta en la percepción de que en Educación superior estamos muy bien. Sin embargo, el IPS lo dimensiona de otra manera, pues ubica a ambas entidades por debajo del desempeño medio nacional, incluso en cobertura. En el indicador de Posgrados nacionales de calidad estamos en el lugar 32 (Coahuila) y 27 (Durango). Ese componente puede ofrecernos una idea de la oferta de calidad en la educación a nivel posgrado, segmento donde se formaría el talento de la economía del futuro.

Percepciones producto de mediciones equivocadas solo generan prioridades equivocadas, como señalaba lo dicho por los premios Nobel de economía arriba citados.

En resumen, el IPS muestra que tanto Coahuila como Durango tienen un desempeño bajo en progreso social. Consecuentemente habría que preguntar cómo ha sido planteado el desarrollo de ambas entidades en política pública, fomento económico y desarrollo social, y con base en qué criterios establecieron prioridades.

Si pensamos en un desarrollo sostenible para ambos estados y consecuentemente para La Laguna, quizá haya que evaluar críticamente las mediciones sobre las que se han delineado las prioridades. Si se busca, por ejemplo, mejorar las tasas de crecimiento para La Laguna y no se considera lo que señala el IPS, soslayaremos que una economía competitiva y sostenible no es posible sin talento altamente preparado, y resulta que en posgrados de calidad tenemos una oferta inferior a la media nacional.

En resumen, Coahuila no ha logrado traducir proporcionalmente en progreso social su desempeño económico y, Durango, aunque muestra una relación más equilibrada entre desarrollo social y desempeño económico, en esto último se encuentra por debajo de la media nacional (su PIB per cápita, es de poco menos de la mitad que el de Coahuila).

Buenas mediciones ayudarán a impulsar las prioridades correctas. Las equivocadas, sustentadas sólo en percepción o en constructos no integrales ya vemos a dónde nos llevan.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: editorial Edgar Salinas Uribe

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1645841

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx